NOSÓLOFÚTBOL / por Dani Bores

Y nada más...

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(DANIEL BORES, 17/02/2017) |
 
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"Los días que tú juegas son todo lo que soy", "Hala Madrid y nada más"...

Impresionante declaración de intenciones. Más bien, impresionante declaración de prioridades.

Como seguidor del Real Madrid desde que tengo uso de razón (aún recuerdo que entre los 2 y los 4 años yo era del Barça porque lo eran mis amigos...en aquellos años la presión de grupo es tan fuerte que puede llegar a embotarle a uno el cerebro. Fue simplemente un estado de enajenación transitorio, una época sensoriomotriz que se me alargó un poco más de lo debido, contradiciendo a Piaget), se me ponen los pelos de punta al escuchar el himno compuesto por RedOne para el club blanco.

 

 

20170216-4a"He visto a cristianos sentados en sus sillas en los tiempos de alabanza en la iglesia, con la boca cerrada y el corazón como una piedra, con la mente en otro sitio en momentos de oración y con el whatsapp a cien por hora durante las predicaciones."

Pero después de un leve esfuerzo hermenéutico me topo con las dos perlas con las que he empezado este escrito. Y solo se me ocurre compadecerme de aquellas personas cuya identidad reposa en los días de partido del Madrid. De hecho, podrían solicitar en el Registro Civil que el responsable de Fe de Vida les diera de alta como seres vivos tan solo los días en los que juegue su equipo preferido. El resto mejor no, para no pagar seguro.

He visto a personas-horchata con la sangre en ebullición en un gol del Atleti. He oído a personas-mudito gritar como locos con un gol en el minuto noventayramos. He observado con asombro a personas-maceta saltar, correr y tirarse por el suelo reclamando un penalti no pitado al Barça.

He visto a cristianos sentados en sus sillas en los tiempos de alabanza en la iglesia, con la boca cerrada y el corazón como una piedra, con la mente en otro sitio en momentos de oración y con el whatsapp a cien por hora durante las predicaciones. Y a esos mismos cristianos con los ojos llenos de lágrimas al hablar de la undécima, con la vena en el cuello al imitar el famoso "siiiiiuuuuuu" y con la tarjeta de crédito siempre lista para comprar entradas en el estadio de su equipo.

He visto muros de Facebook de amigos míos sin una sola referencia a Jesús, pero con una colección completa de memes anti-Messi. Conozco a creyentes a quienes nunca he oído hablar de Cristo, pero de quienes he aprendido el once inicial del Parla F.C en la temporada 78/79. Muchos de ellos nunca han enviado un whatsapp con un versículo o un mensaje de ánimo, pero siempre puedes contar con ellos para tener el último Gif de la patada en la cabeza de Pepe o de Messi en una guardería.

Yo he sido esos amigos en muchos momentos de mi vida. A veces sigo siéndolo. Y me avergüenzo cuando me pregunto si no estaré llenando mi vida y mi cabeza de entretenimientos y sudokus variopintos en lugar de llenarla de cosas espirituales.

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¿Qué es lo que me emociona? ¿Qué me pone la carne de gallina? ¿Cuál es la Champions que quiero ganar? ¿Qué cromo ando buscando? ¿Me siento más vivo en el Fondo Sur que en una silla de la iglesia? ¿No me pierdo ni un minuto del Chiringuito pero hace cuatro días que no abro la Biblia? ¿Hablo de amar como Jesús me ha amado y a los dos minutos llamo "subnormal" a Messi, "mariquita" a Guti o "mono" a Marcelo o a Kameni?

Tengo que hacérmelo mirar. ¡Te animas conmigo?

"De la abundancia del corazón habla la boca" (Mateo 12:34).

Autor: Daniel Bores García | Daniel Bores García (1987), natural de Valladolid, es Doctor en Educación, Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y Diplomado en Magisterio de Educación Física. Tiene un Máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria, el Título Profesional de Música y es Experto en Musicoterapia. Es profesor de instituto y profesor asociado en la Universidad Rey Juan Carlos. [Leer más...]

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