A VUELA PLUMA
La Palabra de Dios rotura y quebranta los corazones y es la única que da sanidad
(José Luis Andavert Escriche, 26/02/2013) De vez en cuando en este mundo en el que no escasea el desagradecimiento llegan cartas y notas de ánimo como la que me envía mi buen amigo y compañero, el pastor Roberto Velert, y de la que transcribo lo siguiente:
"En estos días he estado orando por ti, por tu trabajo en FEREDE, por el equipo de la Sociedad Bíblica y por tu familia".
¡Gracias Roberto! Soy humano y lo necesitaba. Debo decir que no es la primera vez que Roberto me anima y me alienta con sus palabras, ¡con una notita manuscrita enviada por correo del de verdad, del de toda la vida!
O como la carta que me envía otro compañero de ministerio, párroco en Soria, Ángel, y que me ha emocionado y me ha llegado en un día de esos que uno no se siente con muchas ganas. Y es más, el texto que me regala al final de su escrito ¡no podía haber llegado en mejor momento!
No temas, que estoy contigo;
no te angusties, que soy tu Dios.
Te doy fuerza y voy a ayudarte,
te sostiene mi diestra salvadora.
- Isaías 41,10 (Biblia La Palabra)
Realmente, hoy, Ángel ha sido como un ángel de Dios. El testimonio que me ha pasado es de esos que levantan el ánimo y nos dicen adelante a pesar de la adversidad. Y es que no hay cosa más maravillosa que ver la Palabra de Dios en acción en los corazones de las personas. Ahí va la carta de Ángel:
"Querido Hermano en Cristo José Luís Andavert:
Me dirijo a ti como director general de Sociedad Bíblica en España y hago extensivo a esa pequeña y gran familia (oficina) que tienes contigo y que tuve el privilegio de conocer en enero.
Como sabes hemos disfrutado de la exposición ‘Biblia y Violencia’ en nuestra parroquia. El inicio de la exposición lo hicimos coincidir con el comienzo de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos y la concluimos el pasado 25 de febrero.
Gracias por vuestro trabajo de difusión de la Palabra de Dios en la edición de las Biblias y en la oferta de herramientas como la exposición que hemos tenido.
Quiero compartir con todos vosotros mi agradecimiento como sacerdote de esta comunidad y a la vez quiero compartiros lo poquito, pero muy interesante, que hemos podido ver de lo que Dios ha hecho en el corazón de la gente que ha pasado en grupo o particularmente. Estimamos que han sido en torno a 500 personas las que se han visto interrogadas por el mensaje.
A lo largo de este mes han pasado grupos de jóvenes, parroquias, turistas… y, en los casos en los que hemos sido testigos presenciales podemos confirmar la fuerza y poder que tiene la Palabra de Dios. Ha ocurrido frecuentemente que a medida que avanzábamos en la explicación podíamos ver cómo la gente estaba removiéndose interiormente y, al llegar a los paneles del perdón el Señor ha sanado y quebrantado los corazones. El primer día, una mujer, en ese preciso momento empezó a compartir, al principio con dificultad e incluso con quejas a Dios, su dificultad de perdonar, pues hacía 33 años que su marido había muerto…, la situación, Dios es tremendamente mañoso, favoreció a que todos pudiéramos arropar a esta mujer y ella expresó su agotamiento en esa ‘pelea con Dios’, pero a la vez expresó como Dios se mostraba amorosamente en su vida y poco a poco iba sanando su corazón. Fue un momento muy bonito y la confirmación que la Palabra de Dios rotura y quebranta los corazones y es la única que da sanidad.
Como ese testimonio tenemos alguno más, en la misma dirección y casi en el mismo momento. Personas que después de ver la exposición se han acercado a nosotros, algunos llorando, para expresarnos lo que Dios les había inspirado.
Que estas palabras sirvan de agradecimiento, estímulo y desafío ante las múltiples dificultades que estoy seguro tendréis en vuestra maravillosa misión de difundir la Palabra. Santa Teresa de Jesús decía: ‘Líbrame Señor de la incomprensión de los buenos’. Estoy seguro que las mayores dificultades no están fuera, sino dentro. A pesar de todo, contad con mi oración, ánimo y súplica para que sigáis realizando y llevando a cabo esta maravillosa misión: ‘Id al mundo entero y predicad la Buena Noticia’.
Nos sentimos íntimamente unidos, en comunión de fe, a Sociedades Bíblicas. Seguimos contando con vosotros y estad seguros de que contáis con nuestra oración y cariño.
Unidos en el Camino.
Ángel"
¡Este testimonio no precisa de más palabras! La mejor recompensa a nuestro trabajo es poder ver vidas cambiadas. Hoy, para terminar, dedico “a vuela pluma” a todos los cristianos de buen corazón que difunden la Palabra de Dios y que nos sostienen con sus ofrendas o su oración, o ambas, para que la Palabra corra y sea glorificada. A todos los cristianos que con sus palabras nos inspiran y nos ayudan a mejorar en el servicio al Maestro.
Autor: José Luis Andavert Escriche
© 2013. Este artículo puede reproducirse siempre que se haga de forma gratuita y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANGÉLICA como fuente.
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