RESEÑA BIBLIOGRÁFICA / por ALFONSO PÉREZ RANCHAL

EL LABERINTO DE LA ÉTICA. David Cook. Clie, 2004, 220 páginas

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«Este es un libro para ayudar a los estudiantes, pastores, sacerdotes y a todos los cristianos con inquietudes a la hora de tomar decisiones éticas. No es el punto de vista de David Cook sobre cada asunto. Tampoco se trata de un libro de texto meramente académico. Se trata, más bien, de mostrar una manera de alcanzar conclusiones éticas…creo que podemos, más aún, debemos, desarrollar una manera consistente y racional de abordar los temas éticos que sea auténticamente cristiana» (p. 11).

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(Alfonso Pérez R., 29/01/2021) El presente libro sobre ética no provee respuestas éticas. Con ello me refiero a que si lo que estamos buscando es un texto que nos diga lo que está bien y lo que le está prohibido hacer al cristiano, no es aquí en donde lo vamos a encontrar.

Incluso el autor en ningún momento nos da su parecer, y eso que, como él mismo confiesa, tiene sus propias convicciones, pero no las pone al descubierto. De esta forma, lo que David Cook pretende no es presentar, por así decirlo, dos columnas colocando en una lo correcto y en la otra lo incorrecto. Busca mostrar un método para que las cuestiones éticas puedan ser pensadas con todo rigor y profundidad, como no podría ser de otra forma ante cuestiones y aspectos tan delicados como los propios y los derivados de esta.

Es más, el lector puede descubrirse pensando por qué el autor una vez que presenta este método no lo pone él mismo en práctica -a modo de ejemplo-, y así extrae sus conclusiones aunque advirtiera que no deben ser seguidas, que son personales. Pero Cook no quiere en ningún momento influir con sus certezas y sus dudas, y esto, sin duda, va a chocar con determinadas mentalidades que buscan que todo sea blanco o negro. Un reduccionismo suicida. Por ello, si ésta es tu forma de comprender la realidad y estás en uno de los dos extremos en donde, por ejemplo, ante la cuestión de la eutanasia piensas que debe ser prohibida en todos los casos, o por el contrario aceptada siempre y sin más debate, tengo que decirte que este no es un libro para ti.

20210317 1aEn este presente en el cual nos ha tocado vivir y en el que no son pocos aquellos que pretenden que todo sea de un color absoluto o del contrario, sin tonos de grises ni matices, es más necesario que nunca que nos paremos en seco para que en vez de buscar continuamente la confrontación, y defender todos nuestros derechos, lo que intentemos sea comprender precisamente por qué otros piensan como lo hacen y también que nos podamos hacer esa misma pregunta: por qué pensamos de esa forma y no de otra.

Y es que las cuestiones éticas son de una enorme relevancia, y seríamos frívolos creyendo que todo está claro y que somos capaces de comprender a cabalidad –sin ningún esfuerzo previo- aquello que involucra que una mujer, por ejemplo, llegue a abortar. No se trata aquí por ello de una defensa total del derecho a la mujer a realizarlo, ni tampoco de su prohibición. El autor nos llama a que nos esforcemos por conocer en todo lo posible lo que está implicado, tanto si se toma la decisión como si no. Además, como el mismo Cook nos apunta, en la mayoría de las ocasiones no tomamos decisiones éticas conscientes, sino que se trata de reacciones, algo así como de actos reflejos que tenemos ante una situación dada.

Esta reacción la consideramos de lo más normal, por lo que ni siquiera nos paramos a meditarla, es un automatismo debido a toda una serie de factores que han hecho de nosotros lo que somos y que pensemos como lo hacemos. Es precisamente cuando un dilema ético que no habíamos considerado previamente aparece, o cuando alguien nos presenta un problema desde una perspectiva que se nos había escapado, que nos paramos a considerarlo buscando qué respuesta realmente debemos adoptar. En ocasiones se da una respuesta emocional, que es más bien defensiva al sentirnos amenazados en algo que creíamos firmemente, pero en el mejor de los casos nos pararemos a razonar, a sopesar y a sacar conclusiones intentando darle un soporte a lo que vamos a afirmar. Es entonces cuando realmente se toma una decisión ética, y es precisamente éste el propósito del autor: proveernos de un método para que podamos arribar a conclusiones propias siendo conscientes de todas las aristas y dimensiones que puede tener una cuestión de este calado. No pretende dirigirte, conducirte, sino hacerte reflexionar, meditar y comprender más allá de lo que en nuestra propia cabeza surge, pero también hacerte entender por qué surge eso y no algo distinto.

Para ello Cook divide su libro en seis capítulos de los cuales los dos últimos están dedicados a aplicar su método a dos cuestiones que no han perdido relevancia: el aborto y la eutanasia.

Capítulo 1. El mundo en el que vivimos

Es indispensable antes de nada comprender el mundo moderno en el que estamos y dentro del cual vamos a tomar decisiones de carácter ético. Esto es esencial, ya que como Os Guinness decía sobre esta modernidad: «No la vemos porque vemos a través de ella» (p. 13).

No vivimos en un vacío, estamos condicionados y somos presionados por nuestro contexto vital. ¿Qué características más sobresalientes tiene nuestro mundo moderno? A responder esta cuestión es a lo que Cook le dedica el resto del capítulo tocando los conceptos de alineación; futurismo; individualismo y existencialismo; privatización; liberación; secularización; reduccionismo; pluralismo y pluralización; y relativismo.

Capítulo 2. Los valores que nos rodean

Ahora debemos considerar si la sociedad moderna posee valores morales. De lo que nos percatamos desde el principio es de la diversidad de posturas que existen al respecto, los muchos puntos de vista éticos que hay. Esto es de gran relevancia, ya que muchos filósofos han apuntado que precisamente esto, la capacidad de decidir moralmente, es lo que define al ser humano, lo que hace que sea diferente al resto de animales. 

 El autor va a realizar una mirada global a la moralidad de nuestro tiempo y sin referencia alguna a Dios para ver si podemos partir únicamente de lo humano. Si aceptamos que la moral procede del ser humano, lo que hay que preguntarse es de dónde exactamente. A esto los filósofos modernos han respondido de tres formas: de la razón, de la experiencia y de la voluntad.

Siguiendo en esta línea el autor tomará del libro Enseñando Ética Cristiana (no se nombra al autor) para considerar los puntos de vista éticos desde la biología, el psicoanálisis y la sociología.

Capítulo 3. Los valores cristianos

«La definición que da el diccionario de esquizofrenia es: ‘enfermedad mental caracterizada por la desconexión entre los pensamientos, los sentimientos y las acciones’» (p. 61). Y el cristiano no es ajeno a esta esquizofrenia vital. Los valores seculares han hecho mella en los valores tradicionales de los creyentes cuyo origen era el judeocristianismo. Pero también es cierto que los valores cristianos, algunos esenciales al menos, han llegado a ser parte de los valores éticos de la sociedad, aunque ya sin referencia a él. Ante esto la pregunta es si se puede ser cristiano y moderno a la vez.

La Biblia es, de una forma u otra, el punto de referencia ético para todo cristiano. También la tradición nos provee de otra fuente, y a ambas unimos la Iglesia y el Espíritu Santo. Estas son las cuatro fuentes de valores para el cristiano. Contra esto se suele aducir la cantidad y diversidad de posturas que existen entre los cristianos, y además está el hecho de una diferencia tan marcada entre lo que dicen creer y lo que practican.

Capítulo 4. Formas de enfocar la toma de decisiones

Se van a considerar las distintas posiciones que los cristianos han practicado a la hora de tomar decisiones. Se destacarán tanto los aspectos positivos como los negativos. Estas posiciones son: el legalismo y la casuística; la ética de situación; el personalismo y la presunción metodológica de Wogaman.

Es ahora cuando Cook va a presentar su propuesta que, si bien no es nueva, sí tiene arreglos y enfoques propios de este autor. Se basa en el «pensamiento lateral» de Edward de Bono. De Bono se quejaba de que a las personas se les enseñaba a pensar en vertical cuando debería hacerse de manera lateral. Con vertical se alude al hecho de que se escoge un campo o una idea y se profundiza cada vez más en ella, y de ahí a las especializaciones en los estudios y trabajos que finalmente llevan a saber mucho de algo y a desconocer casi todo de lo demás. El pensamiento lateral intenta abarcar, mirar o considerar la cuestión a ambos lados, y es esto lo que muchas veces hacemos sin percatarnos.

Ahora se presentan los cinco puntos de los que costa este método:

1. Considere todos los factores. Esto significa intentar abarcar todo aquello que creemos que tiene importancia, aunque hay que ponerle un tope, por ejemplo, una lista con 20 factores.

2. Los principios de importancia básica. Hay que tener claro este principio o principios ya que afectan al resto. Para un cristiano estos principios son: primero la Biblia (¿tiene algo que decir?), la tradición, la Iglesia y el Espíritu.

3. Propósitos, metas y objetivos. Debemos sopesar qué pretendemos, qué buscamos con ello y qué consecuencias tendrá nuestra decisión.

4. Alternativas, posibilidades, opciones. Debemos pensar cuidadosamente sobre las alternativas o las otras posibilidades ya que incluso podrían ser mejores.

5. Los puntos de vista de otras personas. Se trata de ponerse en el lugar de la otra persona o personas, aunque estemos en desacuerdo.

Capítulos 5 y 6.

Los siguientes y últimos dos capítulos mostrarán cómo aplicar este método en sendos casos prácticos como son el aborto y la eutanasia.

David Cook -en las pp. 113-114- vuelve a apuntar el propósito de su libro, y es lo que creo que le da realmente valor junto, por supuesto, a lo acertado de este método. Con esta cita finalizaré la presente reseña, ya que expone perfectamente el contenido, fin y meta que nuestro autor se propuso a la hora de escribir este libro, y que recomiendo no ya porque vaya a cambiar nuestros principios éticos sino porque propone un alto en el camino, una llamada a pensar qué creemos y por qué  lo hacemos, pero también para que antes de rechazar -y se suele hacer con vehemencia en estos temas- intentemos comprender al que sostiene todo lo contrario… y esto en los tiempos que corren ya es mucho.

Dice Cook:

«Es importante que recordemos que nuestro propósito aquí no es llegar a una conclusión determinada. La intención es más bien la de mostrar cómo se puede aplicar el método a un tema, de manera que cada individuo o grupo pueda llegar a sus propias conclusiones. Nuestra meta es clarificar, como medio para que otros sean capaces de decidir. Al final de cada sesión no habrá una sola respuesta. Es de esperar que se produzca una mayor comprensión y claridad en torno al problema, de modo que se pueda llevar a cabo adecuadamente la tarea de tomar una decisión. De cada persona o grupo depende hacer eso por sí mismos».

Autor: Alfonso Pérez Ranchal. Enero 2021 / Edición: Actualidad Evangélica

 

© 2021 - Nota de Redacción: Las opiniones de los autores son estríctamente personales y no representan necesariamente la opinión o la línea editorial de Actualidad Evangélica.

Alfonso Pérez RanchalAlfonso Pérez Ranchal es Diplomado en Teología por el CEIBI (Centro de Investigaciones Bíblicas), Licenciado en Teología y Biblia por la Global University y Profesor del CEIBI. Vive en Cádiz.  

 

 

 

 

 

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