EN PERSPECTIVA

Si quitamos los elementos paganos de «la Navidad»

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20131223-1

(JUAN MANUEL QUERO, 23/12/2013) | Las palabras están permeabilizadas en su proceso significativo de mitos muy diferentes. Basta con estudiar someramente el desarrollo etimológico de las mismas para darse cuenta de ello. Lo que llamamos pecado, desde nuestra perspectiva evangélica, ha dejado en el tiempo una huella indeleble, que forma parte de este mundo, de los conceptos, de lo que tocamos y vemos. Es inevitable. Hay que vivir con ello, sabiendo guardar los equilibrios necesarios, que como creyentes, nos corresponde tener.

Son multitud de costumbres, mitos, símbolos y liturgias las que se han ido integrando en la Navidad con el paso del tiempo. Muchas de forma general en muchos países, y otras de forma local. Algunas de estas integraciones, y asimilaciones culturales y/o religiosas, podrían ser las siguientes[1]:

Por algunos de estos motivos, --entre otros--, al inicio de la Reforma, las Iglesias Protestantes rechazaban esta celebración. Aunque posteriormente fue aceptada, todavía hay iglesias que no la celebran.

Juan Manuel Quero Moreno

Mientras vivamos en este mundo, es imposible escapar de la envoltura pagana que es ajena a lo que creemos. Una de las integraciones, que por cierto es también bastante pagana, es la de las doce uvas de la suerte.  Recuerdo, que un año preparé el culto de oración de fin de año, con el símbolo de las doce uvas, dándole un significado muy diferente. Cada uva daba nombre a un motivo de oración para el próximo año. Y estas doce uvas se convirtieron en doce oraciones que para el próximo año elevamos al cielo. Con ello, quiero insistir en que lo importante, es el significado que demos a las cosas. Es importante saber distinguir, y en lo que podamos, utilizar esta coyuntura para presentar lo que realmente es relevante en la Palabra de Dios. Para nosotros la Navidad es Jesús; su nacimiento. Es Emanuel, Dios con nosotros. La Navidad es dejar que Jesús brille en nosotros como Señor y Salvador. Esa luz no se apagará con el paso a un nuevo año.  Lo demás está bien que podamos disfrutarlo, pero dándole el significado adecuado, y aprovechando la coyuntura para decir con mucha fuerza: «Emanuel, Dios con nosotros».

Si quitando todos los mitos citados, no nos queda nada en estas fechas, entonces no estamos celebrando Navidad; no estamos celebrando a Cristo, estaremos solamente festejando unas costumbres paganas.


[1] http://es.wikipedia.org/wiki/Navidad Artículo excelente, muy completo y con muy buena argumentación, tanto bíblica como histórica.

[2] Sobre este tema, al igual que en la mayoría que se tratan aquí, existen diversas teorías.


Autor: Juan Manuel Quero

© 2013. Este artículo puede reproducirse siempre que se haga de forma gratuita y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANGÉLICA

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