EDITORIAL

Nos irá bien...

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"Con todo, yo se que les va bien a los que respetan a Dios..." (Eclesiastés 8:12, La Palabra)

2012-2013-2

(Redacción, 31/12/2012) Hoy es el último día del año. Mañana, Dios mediante, tocará cambiar los almanaques y empezar a descubrir qué nos depara el 2013.

Pero quisiéramos aprovechar los últimos minutos de este día para despedirnos del 2012 con una palabra amable, después de que en nuestro último editorial le calificáramos de "año para olvidar".

Efectivamente, en muchos sentidos 2012 fue un año malo para España, y para los protestantes españoles en particular. Un año de muchos retrocesos y pérdidas, desde el punto de vista económico, político, social y, especialmente, en cuanto a derechos fundamentales se refiere.

Felizmente, y gracias a Dios, esa es sólo una cara de la moneda, como bien nos han recordado algunos hermanos y amigos muy apreciados, que nos han escrito para matizar nuestro balance del 2012.

Es cierto. En medio de las noches más cerradas y sin luna es cuando las estrellas lucen  más brillantes. Del mismo modo, la luz del evangelio de Jesucristo ha alumbrado en este año desde muchos hogares, iglesias y corazones, con mucho más fulgor que en tiempos de bonanza.

La respuesta de muchas iglesias locales a la crisis ha sido ejemplar, multiplicando su ayuda material directa a los más necesitados y participando e niniciativas colectivas solidarias en favor de proyectos de Cooperación al Desarrollo, invirtiendo en países remotos, a los que los Gobiernos europeos han condenado al abandono y el olvido.

La escasez de subvenciones y recursos económicos recibidas desde la Administración, ha sido compensada por nuestras organizaciones e iglesias con creatividad, con una rigurosa gestión de las mismas, con la generosidad de particulares y el esfuerzo y la movilización de un voluntariado evangélico cada vez más cualificado y comprometido.

Con las iglesias mirando "hacia afuera", éstas han ganado en fortaleza interior, salud espiritual, visibilidad y credibilidad, por lo que su prédica ha encontrado "tierra fértil" en muchos corazones sedientos de una palabra de esperanza y de aliento. Así, numerosas iglesias han crecido en su membresía y en la asistencia a sus cultos, debiendo en muchos casos duplicar los servicios religiosos dominicales.

Esa visibilidad ha merecido, a su vez, una mayor consideración y respeto por parte de las autoridades municipales, que son las que luchan de cara, y en primera línea, con las consecuencias de la crisis económica, a las que intentan hacer frente con escasos y disminuidos recursos asistenciales. No sería extraño que eso tenga algo (o mucho) que ver con que en 2012 haya cesado, o disminuido, ese celo "precintador" que en 2011 habían mostrado muchos ayuntamientos hacia los lugares de culto de las iglesias evangélicas.

Desde este punto de vista, 2012 ha sido un año de oportunidades para la evangelización y la visibilidad de las iglesias locales, lo que constituye un signo muy esperanzador también para el 2013.

El sabio rey Salomón, al mirar las opresiones e injusticias que acontecen "debajo del sol" a los justos y a los inocentes, podía afirmar: "Con todo, yo se que les va bien a los que respetan a Dios..." [1].

Del mismo modo, y por los mismos motivos, es que los cristianos podemos despedirnos del 2012 consolados y agradecidos cualquiera haya sido el signo de nuestras circunstancias -porque "hasta aquí nos ayudó el Señor" [2]-, y confiar en que en el 2013 "nos irá bien", a los que respetamos, consideramos y amamos a nuestro buen Dios.

¡Qué así sea!

[1] Eclesiastés 8:12

[2] 1 Samuel 7:12

Fuente: Actualidad Evangélica