JOSÉ LUIS NAVAJO NOS HABLA DE "LUNES CON MI VIEJO PASTOR"

"Un parto difícil que trajo luego muchas alegrías"

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Aún impactado por las experiencias vividas en su reciente visita a Centroamérica con la reedición de "Una Cruz en el Desierto" por Thomas Nelson, bajo el nuevo título "Lunes con mi viejo pastor", José Luis Navajo nos ofrece en este espacio su testimonio, sus impresiones y una valiosa reflexión.

(José Luis Navajo, 31/10/2013) Circula entre los escritores la idea de que cada libro publicado es como un hijo que el autor alumbra. Seguramente es así, pues el proceso de creación literaria tiene mucho de gestación. En ocasiones sentí un vínculo inquebrantable que me unía a esa criatura que surgía con brazos de verbos y corazón de adjetivos, y llegué a percibir que mi sangre era tinta que inundaba el sistema circulatorio de la criatura que surgía en el papel. De ser así, e insisto que creo que lo es, Dios me ha concedido dieciséis alumbramientos, alguno de los cuáles fue realmente complicado… Sí, tuve algún que otro parto literario verdaderamente difícil.

Y para mi sorpresa descubrí después que esas vidas que llegaron al mundo entre suspiros y lágrimas, recorrieron luego su camino en medio de increíble triunfo, alcanzando cimas que provocaron risas y alabanza.

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José Luis Navajo y su esposa, fueron recibidos en el Tribunal Supremo de Puerto Rico. Aqui con dos de los nueve jueces que componen la Corte Suprema. Ambos afirmaron ser bendecidos con la lectura de "Lunes Con Mi Viejo Pastor"

Quiero referirme al libro “UNA CRUZ EN EL DESIERTO”, cuya nueva edición Grupo Nelson lanzó bajo el título “LUNES CON MI VIEJO PASTOR”. Ha sido, probablemente, uno de los alumbramientos más difíciles que se puedan dar, pero desde su publicación recibo cada semana cartas y mensajes que testifican acerca de la bendición que esas páginas aportan. Misivas que chorrean gratitud por la sabiduría que “el viejo pastor” transmite desde su retiro. Y esas notas de agradecimiento me emocionan y quebrantan, pues me hacen recordar el momento del parto literario. Escribí esas páginas en un tiempo de lucha total. El manuscrito conserva aún las marcas de lágrimas derramadas mientras redactaba, convencido de haber llegado a un punto límite en el que era incapaz de seguir adelante. Una palabra podría definir mi estado: Bancarrota… pero el valle en el que escribía y que yo di en llamar “crisis”, Dios lo había bautizado con el nombre de “oportunidad”.

Sirva el siguiente testimonio de ejemplo de lo que “un hijo” alumbrado en el dolor, puede luego aportar: Acabo de regresar de Puerto Rico, después de dieciséis días de intensa y bendecida actividad. Allí me hicieron llegar una nota de prensa en la que Carlos Johnny Pérez, uno de los legisladores de la nación, ha compartido que la Biblia y Lunes Con MI Viejo Pastor, están siendo sus lecturas de cabecera. Apenas asimilo la feliz noticia, cuando el juez del Tribunal Supremo, Erick Kholtoff (el Tribunal Supremo de Puerto Rico es el máximo órgano legislativo y judicial de la ciudad, compuesto por tan solo nueve jueces), nos pide que visitemos el Tribunal para honrarnos con una comida en agradecimiento por la bendición que ese libro le ha aportado. Llegamos allí sintiéndonos abrumados por el honor, cuando, al visitar la oficina de varios de los jueces, descubro sobre su mesa un ejemplar de Lunes Con Mi Viejo Pastor, con los bordes gastados después de varias lecturas…

navajo2-125Situaciones como esta me han demostrado de forma definitiva que los momentos más duros de nuestra vida, cuando los afrontamos con fe y esperanza, no nos matan, sino que nos hacen más fuertes. Los valles más profundos no tienen que ser fosos que nos traguen… pueden ser escaleras que nos alcen. El cincel de Dios no destruye, sino que construye y hacemos bien en tomar las ruinas de la adversidad y construir con ellas un altar de adoración a Dios, a quien servimos. Comprobaremos a su tiempo que los alumbramientos que arrancaron lágrimas y suspiros, producirán risas y alabanza.

Vive tu presente con fe y deja tu futuro en las manos de Dios. Haz lo natural, y deja que Dios se ocupe de lo sobrenatural.

Autor: José Luis Navajo

© 2013. Este artículo puede reproducirse siempre que se haga de forma gratuita y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANGÉLICA como fuente.

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