CULTURA URBANA / GENTE

Llamar a Dios espray en mano

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El alicantino Seth Vañó (alias Dolar), pionero del grafiti en la provincia, dedica ahora sus obras a Jesús

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(ALICANTE, 15/05/2016) Seth Vañó huía del colegio, fumaba porros y ensuciaba las paredes con grafitis ilegales a modo de rebeldía, como los negros del Bronx lo hacían sobre los trenes de Manhattan.

A finales de los 80, en los barrios más desfavorecidos de la ciudad, el alicantino Seth Vañó (conocido como Dolar) escuchaba rap y se divertía con el brake-dance mientras buscaba con el grafiti su identidad perdida en un mundo que ni comprendía ni quería.

«Toda esa vida de pintura y grafitis sin autorización me creó un vacío muy grande. Entonces me hago muchas preguntas... "¿Estoy viviendo en paz? ¿Tengo esperanza? ¿Cómo estoy viviendo?"

Así, por medio de la pintura, la creatividad, el arte y la cultura, Dolar fue ganando fama y reconocimiento espray en mano, siendo invitado a concentraciones y exhibiciones en el triángulo por excelencia entonces en el grafiti nacional con Madrid, Barcelona y Alicante en los anhelados 90.

«Nos enviábamos los negativos de las maquetas y prototipos que diseñábamos entre participantes y organizadores... y aquí, en Alicante, la verdad es que éramos muy solicitados», explica.

De cualquier modo, y pese a sus progresos, Dolar no cesó en su empeño de seguir llenando las calles con sus firmas, enfrentándose a la policía y a todo su entorno familiar. Su arma, el espray, se había convertido en un altavoz de queja y de inconformismo que cambia radicalmente el día en que siente la llamada de Dios como un flechazo fulminante.

«Toda esa vida de pintura y grafitis sin autorización me creó un vacío muy grande. Entonces me hago muchas preguntas... "¿Estoy viviendo en paz? ¿Tengo esperanza? ¿Cómo estoy viviendo?"... me meto a leer la Biblia... Y nace una vocación, un movimiento de valores y mi mente cambia... Mi vida dio un giro de 180 grados», afirma.

Y vaya si lo fue... Dolar estudió Teología en la Universidad de Córdoba e ingresa en la iglesia evangelista, en la que actualmente ejerce como pastor para un amplio grupo de fieles en la provincia de Alicante. Lugar desde el que sigue compartiendo su historia y testimonio de superación, tras casarse felizmente en el 2001, ser padre y continuar pintando y firmando sobre las paredes con grafitis donde ahora nos habla de Jesús.

Y lo hace en su ciudad, Alicante (pueden encontrar sus obras en numerosos rincones, como la Plaza de Toros o paredes significativas como la del acceso a la ciudad desde la autovía), aunque también se emplea en otros muchos puntos (ha sido invitado en varias ocasiones a la cárcel de Fontcalent para impartir talleres) y de igual forma asiste a encuentros internacionales en favelas de Guatemala, Perú, El Salvador, Costa Rica o Honduras.

«El grafiti es una manera bestial de llegar a la gente joven. Tengo 40 años y me siguen invitando de toda España, porque lo que compartes es de corazón. Solo de corazón»

«La Biblia dice que de la abundancia del corazón habla la boca, y de la abundancia del corazón habla el Facebook, el Twitter y qué mejor manera que expresar lo que tenemos en nuestro corazón que con el grafiti. Y en vez de poner algo contra la policía como hacía antes, prefiero hacerlo con Jesús», apunta Dolar, quien suele anotar en las paredes frases como «Hola, su salvador es Jesús».

«El grafiti es una manera bestial de llegar a la gente joven. Tengo 40 años y me siguen invitando de toda España, porque lo que compartes es de corazón. Solo de corazón», recalca el alicantino Seth Vañó, quien narra con emoción las reacciones del público ante su obra: «Esta es mi forma de expresión y qué mejor manera de hacerlo que con la esperanza», concluye.

Fuente: DiarioInformacion.es / JUANJO PAYÁ