SOCIEDAD / COMUNICACIÓN SOCIAL

Change.org: Por favor, firme esta utopía

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La plataforma alcanza los 100 millones de usuarios en el mundo

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Una de las placas ficticias que adornaron las calles durante el 15M, que llama a la movilización. BEGOÑA RIVAS

(SOCIEDAD, 23/06/2015) Tareke Brhane no mira el mar de la misma forma que tú. Sabe lo fácil que es que se trague una vida, cientos, miles. Tareke huyó de Eritrea con 17 años y tardó cinco en desembarcar en Europa. Lo intentó una vez pero el motor del barco en el que viajaba se apagó. Sobrevivió días a la deriva hasta que la guardia costera de Malta lo divisó y lo entregó a Libia. Estuvo meses en la cárcel, sin distinguir las noches de los días. Luego lo volvió a intentar. De nuevo el mar, pero esta vez llegó a Lampedusa.

Escuchando su historia es difícil imaginar que sea él el que aparece en una fotografía junto a Martin Schulz, el presidente del Parlamento Europeo. Hace tres semanas se reunió con él y le pidió que abriera un pasillo humanitario en Europa. Le entregó un impresionante aval de 394.000 firmas que había recogido en Change.org.

"Quiero que el 3 de octubre se convierta en el día de la memoria" (de todos los inmigrantes fallecidos en el Mediterráneo), explica Tareke, presidente de un Comité que lleva el mismo nombre y que reúne a otros inmigrantes, guardias costeros y periodistas que piden que "se conozcan los nombres y las historias" de todos los que arriesgan sus vidas para llegar a Europa. El 3 de octubre de 2013, 366 inmigrantes murieron en un naufragio frente a Lampedusa.

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Tareke Brhane, junto a Martin Schulz, haciéndole entrega de las 394.000 firmas.

"Change.org es un instrumento más y hay que utilizar todos los que podamos para parar este drama", afirma Tareke. "Sé que no tiene ningún valor legal ni lo tendrá, pero simbólicamente puede ser muy fuerte", continúa. "El problema de la inmigración no tiene nada que ver con el dinero, sino con la política. Ningún país quiere cambiar sus leyes para acoger inmigrantes porque sabe que perderá votos". Su petición es solo una luz encendida en este alumbrado de la utopía que nació en 2007 y que está a punto de conseguir los 100 millones de usuarios en todo el mundo, 10 veces más que los que tenía hace sólo tres años.

INVERSIONES PARA LA MOVILIZACIÓN CIUDADANA

"El éxito nunca es de Change.org. Nosotros ayudamos a la gente a que luche por las causas en las que creen", explica Francisco Polo, director en España de esta página web. Y el éxito, además, es relativo. Es un logro que una chica de Galicia consiga, solo con 95 firmas, que no cierren la biblioteca municipal. Que una madre que ha perdido a su hija en el Madrid Arena cambie la Ley de Espectáculos. Que el gobierno de India regule la venta de ácido para evitar que se utilice de forma indiscriminada contra las mujeres. Que el Consejo General del Poder Judicial permita que las personas ciegas puedan ser jueces.

"En España se dice que no nos movilizamos. Es mentira. Aquí hemos alcanzado los 8 millones de usuarios, que representan el 22% de los usuarios de Internet. En ningún otro país hay ese nivel de penetración", explica Polo que admite, no obstante, que una misma persona puede firmar -con correos electrónicos distintos o desde distintas IP- la misma petición. "Nuestro objetivo es que las peticiones sean cada vez más fidedignas.Tenemos varios sistemas para evitar el fraude, por ejemplo para detectar patrones de firmas que se repiten cada cierto tiempo y que nos permiten identificar bots", explica el director de Change.org en España. "Estamos siempre buscando el equilibrio entre que la gente pueda compartir rápidamente y fácilmente el contenido y que haya sistemas de protección", continúa.

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Francisco Polo | El Mundo

Con 30.000 nuevas peticiones al mes en todo el mundo, la plataforma, creada en Estados Unidos en 2007, se define como una "empresa que combina los valores de una ONG con la innovación de una startup tecnológica". Su modelo de negocio crece rápido. Se financia con publicidad y, además, recibe cuantiosas inversiones. La última, el pasado diciembre, de 25 millones de dólares de diferentes líderes del mundo de la tecnología y la comunicación, entre los que estaba Bill Gates, Evan Willians (uno de los fundadores de Twitter), Jeff Weiner (cofundador de Yahoo), Arianna Huffington o el actor Ashton Kutcher.

Según declaraciones de Ben Rattray, CEO de la compañía, estas inyección de capital se dedicará a "la estrategia móvil" (la mitad de los usuarios se conecta a través de sus móviles) y en aumentar y acercar los equipos de campaña a los "creadores". También están potenciando la figura del 'decision maker' que son empresas, organizaciones sociales o políticos que contestan las peticiones, que "cierran la brecha entre los ciudadanos y las instituciones".

DE SUPERHÉROES COTIDIANOS

"Los creadores de peticiones son como superhéroes. Gente normal que jamás se había planteado meterse en ninguna lucha. Se convierten en líderes de un movimiento que tiene la fuerza para cambiar las cosas", reconoce Francisco Polo.

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Fuente: ELMUNDO.ES / MARÍA CRESPO