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OBITUARIO

JOSÉ MARÍA MARTÍNEZ, figura clave del protestantismo español tras la Guerra Civil

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Desde la Comisión de Defensa Evangélica plantó cara al franquismo, mientras bregaba por reconstruir la maltrecha Iglesia evangélica de la posguerra

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José María Martínez (Castejón - Navarra, 1924 - Barcelona, 2016)

(OBITUARIO, 20/06/2016) Ayer, domingo 19 de junio, el pastor José María Martínez partía a la presencia del Señor. Tenía 92 años. No perteneció a la nobleza, pero bien podría decirse que, en términos protestantes, se nos ha ido “un Grande de España” [1]; un “príncipe del Evangelio” en nuestro país.

El culto de despedida se realizará en la Iglesia Bautista de la calle Verdi (Barcelona), este martes 21 de junio a las 09:30 hs de la mañana.

Nacido el 16 de febrero de 1924 en Castejón (Navarra, España), a los 12 años se traslada con su familia a Manresa (Barcelona) donde toma contacto con la iglesia evangélica local y se convierte al cristianismo evangélico.

No perteneció a la nobleza, pero bien podría decirse que, en términos protestantes, se nos ha ido “un Grande de España”; un “príncipe del Evangelio” en nuestro país.

Inmediatamente después de finalizar la Guerra Civil, en circunstancias difíciles, tiene una honda experiencia espiritual que le lleva a consagrar su vida a Cristo y al ministerio cristiano. En el verano de 1943 es llamado por D. Samuel Vila, pastor de la iglesia bautista de Terrassa, para colaborar en diversas formas de ministerio. Allí conoció a Julia Vila Campderrós (1921-2011), cuñada de Samuel Vila, con la que contrajo matrimonio en Terrassa, el 17 de septiembre de 1949. El matrimonio tuvo tres hijos: Elisabeth, Pablo, y Ana; y dos nietos (por parte de Ana): Daniela y Félix.

En mayo de 1948 es invitado por la Iglesia Evangélica Bautista de Gracia, de Barcelona, a ocupar el pastorado de la misma. Acepta la invitación, con lo que se inicia un ministerio fructífero que duró treinta años. En 1979, por motivos de salud, hubo de renunciar al ministerio pastoral. Bajo su liderazgo, la membresía de la iglesia creció de manera exponencial, convirtiéndose en una de las iglesias evangélicas más florecientes y conocidas de toda España.

DIFÍCILES CIRCUNSTANCIAS BAJO EL RÉGIMEN FRANQUISTA

Las circunstancias adversas de la posguerra, nada favorables para la obra protestante, habrían de sacar lo mejor de su carácter de líder natural, empujándole a extender su compromiso evangélico más allá de las fronteras de su parroquia, asumiendo responsabilidades de liderazgo institucional y convirtiéndose en una figura clave para la reconstrucción de la maltrecha iglesia evangélica española, tras la guerra civil.

20160620-1bEran tiempos en los que el 90 por ciento de las iglesias evangélicas estaban clausuradas, en los que, para ir al colegio, para ser maestro de escuela o para ser nombrado funcionario, era necesario haber sido bautizado por la Iglesia Católica romana. Eran tiempos en los que para casarse (por lo civil) había que demostrar "que nunca se había sido católico"; tiempos en los que los expedientes matrimoniales podían tardar hasta diez años. Mientras tanto, los cultos se celebraban en la semiclandestinidad, bajo constante vigilancia policial y la amenaza de ser multados si las reuniones sobrepasaban el límite de 20 personas, o si se ponían letreros en el exterior de las iglesias.

En esas difíciles circunstancias el pastor Martínez consiguió, no solo desarrollar un fecundo pastorado en su iglesia local en Barcelona durante más de 30 años, sino también colaborar o presidir las más importantes instituciones evangélicas de ámbito estatal, como son la Comisión de Defensa Evangélica (entidad precursora de la actual Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (FEREDE), que representa a los protestantes ante el Estado) y la Alianza Evangélica Española. Desde estas instituciones se planificó una estrategia de cohesión interna, de resistencia pacífica y de defensa ante las frecuentes dificultades de las iglesias evangélicas. Esto incluyó iniciar un diálogo con las autoridades, defenderse en los procesos judiciales y acudir a la presión internacional. Acciones que, poco a poco, contribuyeron a mejorar la situación y disminuir la intolerancia existente.

PROLÍFICO LEGADO LITERARIO Y TEOLÓGICO

Tantos compromisos institucionales y ministeriales no fueron óbice, sin embargo, para que, paralelamente, el pastor Martínez desarrollara un prolífico trabajo literario y teológico, que le ha merecido un amplio reconocimiento en todos los sectores del protestantismo español y constituye una parte sustancial de su legado a las futuras generaciones.

Su obra más lograda en campo del estudio es la dedicada a la Hermenéutica Bíblica, fruto de una amplia y concienzuda labor de investigación que, desde su posición evangélica, se abre al diálogo con tendencias modernas de todos los campos y se resuelve en una síntesis personal netamente bíblica.

En 2013, Martínez fue distinguido con el Premio Jorge Borrow en reconocimiento a su especial contribución a la difusión de la Biblia en España. Debido a su ya delicado estado de salud, fu su hijo Pablo, otro destacado líder protestante, quien recibió el premio en su nombre.

Fue también director de las revistas El eco de la verdad, El cristiano español y posteriormente de la revista teológica Alétheia.

Ha sido secretario y después presidente de la Alianza Evangélica Española (AEE), profesor y presidente del Centro Evangélico de Estudios Bíblicos (CEEB) de Barcelona, presidente de la Federación de Iglesias Evangélicas Independientes de España (FIEIDE), presidente de la Federación Internacional de Iglesias Libres, de la Sociedad Bíblica y de la Unión Bíblica.

En 2013, Martínez fue distinguido con el Premio Jorge Borrow en reconocimiento a su especial contribución a la difusión de la Biblia en España. Debido a su ya delicado estado de salud, fu su hijo Pablo, otro destacado líder protestante, quien recibió el premio en su nombre.

UN LUGAR EN LA HISTORIA

Su fecundo legado humano y ministerial, le hacen acreedor del reconocimiento y gratitud de todo el pueblo evangélico español, y sería justo que la historia de los hombres situara su figura en el lugar de relevancia que se merece, para inspiración y ejemplo de las generaciones venideras, beneficiarias de ese rico y bendecido legado. Mayor y más gloriosa será, en todo caso, la corona que el Señor le tendrá preparada como fiel y consagrado siervo suyo, y de Su iglesia.

Fuentes: Varias | Redacción: Actualidad Evangélica

[1] “Grande de España”, es la más alta dignidad de la nobleza en España, dentro de la jerarquía nobiliaria.

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