EL SALVADOR
Pandillas apoyadas por obispo castrense hacen las paces en el país
“Queremos pedir perdón por 22 años de guerra entre pandillas. Sabemos que el fenómeno pandilleril ha traído luto y dolor al pueblo salvadoreño, no podemos revivir los muertos, pero podemos evitar que sigan muriendo más”, dijo Carlos Ernesto Mojica, alias, El Viejo Lin, máximo líder de la mara 18 en El Salvador.
ALC / Susana Barrera - San Salvador, 28 de marzo de 2012 | En un hecho sin precedentes, pandillas históricamente rivales se han comprometido, a través de eventos público, cartas enviadas a medios y a voceros mediadores a “ser parte de la solución... a una guerra que se han visto obligados a librar por causas sociales de exclusión, marginación, represión y de sobrevivencia…”, dicen sus principales líderes.
El documento, cuya fecha data del 19 de marzo de este año, ha dado mucho que hablar en la sociedad salvadoreña, su veracidad ha sido reiterada por el Obispo castrense de la iglesia Católica, Fabio Colindres y el ex comandante de la guerrilla Raúl Mijango, ambos personajes han acompañado este “proceso de paz”, entre las pandillas.
De hecho, el fin de semana pasado, el obispo Colindres, quien sorpresivamente abrazó la causa de las pandillas, celebró un oficio en el Penal de Ciudad Barrios, al oriente de San Salvador, a donde recientemente fueron llevados varios de los pandilleros considerados de alta peligrosidad. El oficio fue concelebrado por el Nuncio Apostólico en El Salvador, Luiggi Pezzuto.
“Hermanos esta mañana, el Sr. Nuncio bondadosamente ha aceptado acompañarme para realizar la misión que es propia de la Iglesia, y les pide mantener y continuar este gesto extraordinario que ha nacido del corazón de Uds., movido por la gracias Dios. Es el único motivo por el que ustedes tomaron la decisión de aportar a la nación vida y no muerte…", dijo Colindres.
En ese mismo encuentro, al que también tuvo acceso la prensa, y ante 3 mil pandilleros, el máximo líder de la mara MS13 (Mara Salvatrucha 13), Dionisio Arístides Umanzor, dijo: “nosotros estamos actuando de buena fe, queremos salir adelante, estamos conscientes que le hemos fallado a Dios y a la sociedad. En nombre de toda mi pandilla, la MS13, quiero pedirle perdón a la sociedad, que nos den una oportunidad de poder cambiar… nosotros somos salvadoreños, somos humanos, no sólo estamos para hacer maldad. Si nos apoyan en esto… vamos a seguir adelante y calmar muchas cosas…”, apeló Umanzor.
En los últimos días las estadísticas de asesinatos diarios ha bajado considerablemente, de 13 a 5, según cifras oficiales, la mayoría de crímenes son cometidos por miembros de pandillas o maras.
“Serán unos cuatro gatos…habrá muchas personas que no logran de momento entender la posibilidad que de ustedes pueda salir algo bueno, sin embargo Cristo vino a enseñarnos que de los hombres y mujeres que abren su corazón a su amor pueden salir cosas muy buenas…”, refirió el obispo castrense.
Tanto la pandilla 18 como la Mara MS13 afirman que no piden que les perdonen penas por faltas cometidas solo que les aplique adecuadamente la ley, se les trate como seres humanos, se apoye para reinsertar sus miembros en la sociedad, se les otorgue créditos y estudios, además que no se les margine por el hecho de estar tatuados, sin haber cometido delitos.
Fuente: ALC / Periódico digital El Faro.
