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George Barna señala las mayores amenazas que afronta la Iglesia actual
Uno de los puntos más álgidos que George Barna critica es la deficiencia en el discipulado y la formación bíblica sólida en los seminarios.
George Barna
(EEUU, 23/05/2024) El reconocido experto en tendencias eclesiales y cosmovisión, George Barna, ha dirigido un fuerte llamado a la Iglesia actual para que retome sus raíces bíblicas y aborde los desafíos críticos que enfrenta.
En una entrevista reciente con The Christian Post, Barna expresó su profunda preocupación por la erosión constante de una cosmovisión bíblica sólida y la falta de formación espiritual profunda en un contexto cultural marcado por la “invisibilidad cristiana”.
Barna, fundador de The Barna Group, observa con pesar una serie de tendencias preocupantes que se vienen infiltrando en el cristianismo occidental durante las últimas décadas. Entre ellas, destaca el creciente individualismo, la disminución de la influencia de las iglesias, el desvío del enfoque pastoral de las Escrituras, la desinversión de las familias en el crecimiento espiritual, especialmente en las nuevas generaciones, y la alarmante influencia de los medios seculares sobre la Iglesia, en detrimento de su propio impacto cultural.
George Barna crítica a la formación en seminarios y a la medición del éxito
Uno de los puntos más álgidos que George Barna critica es la deficiencia en el discipulado y la formación bíblica sólida en los seminarios. Lamenta que muchos de estos centros educativos, a pesar de sus buenas intenciones, preparan a los futuros líderes ministeriales para el fracaso al enfocarse en métricas irrelevantes para la misión de Jesús. “Obtenemos lo que medimos”, afirma Barna, “y si medimos las cosas equivocadas, obtendremos resultados equivocados”.
En lugar de centrarse en la asistencia a cultos, la recaudación de fondos o la infraestructura, Barna propone un replanteamiento radical de los parámetros de éxito, enfocándolos en el crecimiento espiritual genuino y el discipulado bíblico. “Jesús no vino a construir instituciones, vino a construir personas”, recalca.
Discipulando a la próxima generación: el futuro de la Iglesia
Como padre y abuelo, Barna insta a los creyentes a invertir en la próxima generación, los niños, a quienes considera el futuro de la Iglesia. Esto implica priorizar su educación espiritual, modelar principios bíblicos en el hogar y crear estructuras de responsabilidad familiar.
“Cometemos un gran error al usar a los niños como cebo en lugar de como el enfoque principal de nuestro ministerio”, señala Barna. Enfatiza la crucial responsabilidad de las iglesias locales en apoyar a los padres en su tarea primordial de criar hijos que sean “campeones espirituales”.
La influencia de la inteligencia artificial y la responsabilidad de los padres
Barna también aborda el tema del impacto potencialmente negativo de la inteligencia artificial (IA) en la Iglesia. Expresa su preocupación por la creciente dependencia de la IA en la elaboración de sermones, incluso como herramienta para superar la pereza pastoral.
Ante este panorama, Barna insta a los padres a adoptar una estrategia proactiva para guiar a sus hijos en el consumo de medios, incluyendo la IA. Esta estrategia debe basarse en el monitoreo, la minimización, la mediación y la moralización del contenido, asegurando que esté alineado con los valores bíblicos. “Los padres son los guardianes”, afirma Barna. “Actúen como líderes, tomen la iniciativa y hagan las decisiones difíciles”.
Un llamado a la acción: Retomar las raíces bíblicas para una Iglesia próspera
En conclusión, Barna subraya que la Iglesia se encuentra en un momento crítico y que su futuro como comunidad vibrante radica en un retorno a los principios bíblicos fundamentales. Enfatiza la importancia de empoderar a los padres como líderes espirituales y discipular intencionalmente a la próxima generación. “Todo lo demás es ruido”, declara Barna. “Si no hacemos estas cosas, perderemos aún más en esta guerra cultural”.
El mensaje de George Barna es un llamado urgente a la reflexión y la acción para toda la comunidad cristiana. Es una invitación a reavivar la llama de la fe, fortalecer las bases bíblicas y formar a las nuevas generaciones en la verdad del Evangelio, para que la Iglesia pueda cumplir su verdadero propósito de transformar vidas y ser una luz en un mundo necesitado.
Fuente: EntreCristianos.com / Edición: Actualidad Evangélica