RESEÑA BIBLIOGRÁFICA / por ALFONSO PÉREZ RANCHAL
Impacto demoledor. Cómo el cristianismo ha transformado la civilización. Alvin J. Schmidt. Editorial Vida, 2004, 455 páginas
El presente libro se encarga de desmontar tanto los memes de Dawkins como la idea del secularismo como motor de la moralidad.
(Alfonso Pérez, 11/11/2022) El controvertido ateo Richard Dawkins sostiene en su libro que el sentido moral que poseemos al presente no tiene su origen en las religiones, ni siquiera en el cristianismo, sino que es resultado de la evolución. Se trata de una moral propia de nuestro tiempo, compartida por ateos y cristianos, y así, por ejemplo, todos estamos de acuerdo en que el racismo o el incesto es algo rechazable.
Esta moral habría sido resultado de todo un proceso cultural que nos ha ido conformando, y en este proceso es esencial lo que él llama "meme". Para Dawkins el "meme cultural" o simplemente "meme" es "una unidad de transmisión cultural que pasa de un cerebro a otro mediante el habla, la escritura, el gesto, el comportamiento y en general cualquier otro fenómeno susceptible de ser imitado".[1] Memes son ideas, sonidos, modas, comportamientos, etc. que pasan de una persona a otra, de un cerebro a otro básicamente por la imitación.
Estas unidades transmiten información, van estableciendo las pautas culturales en donde estaría contenida la moral. "De igual manera que los genes biológicos se transmiten de generación en generación, así ocurriría también con estos hipotéticos memes culturales. Y semejante proceso habría originado el espíritu moral de nuestro tiempo que existe en casi todas las sociedades civilizadas".[2] Sin embargo, existe otra idea todavía más extendida que considera que la condena de la esclavitud, del racismo, de la misoginia o del desprecio a los más débiles, por ejemplo, es un logro también de nuestra época, pero en este caso se habría alcanzado gracias al secularismo, de haber relegado lo religioso al ámbito de lo privado, de haber desplazado a Dios del centro para colocar en su lugar al ser humano. En el caso concreto del cristianismo, esta alta moralidad se habría conseguido a pesar del mismo, ya que históricamente habría sido un auténtico palo en la rueda del progreso humano a todos los niveles. Pero, ¿es esto sostenible históricamente? ¿Están en lo cierto las anteriores dos ideas o una de ellas al menos? ¿Ha sido el cristianismo a lo largo de su historia un freno para el progreso social, moral, científico y cultural?
Por supuesto que existen libros que afirman esto último. Llama mucho la atención que casi que llegan a ignorar los primeros 300 años de cristianismo para centrarse en la época constantiniana y a partir de ahí tocar algunos episodios condenables protagonizados por determinados dirigentes. Curiosamente, en esas actuaciones si se ponía algo de manifiesto es que no eran desde luego cristianas. Pero, como decía, ¿qué había pasado en los tres anteriores siglos? Es más, ¿por qué se puede decir que esas actuaciones eran tan poco cristianas? ¿Qué parámetros morales se seguían para ello? ¿Y la posterior historia de la iglesia, fue de oscuridad?
El presente libro se encarga de desmontar tanto los memes de Dawkins como la idea del secularismo como motor de la moralidad. Lo que va a ocurrir con el cristianismo durante los dos primeros siglos de nuestra era es sencillamente asombroso. Se tratará de todo un choque con la moralidad, con la manera de entender la vida de la cultura clásica y muchos de estos hombres y mujeres creyentes se dejaran la vida en el mismo. Parece querer ignorarse que en la época clásica se defendía la esclavitud, se practicaba como algo normal el infanticidio -sobre todo para las niñas- se despreciaba a los más débiles, a los que tenían defectos físicos, la compasión en absoluto era un valor social y se disfrutaba en masa de los bestiales combates de gladiadores. Quien termina con todo esto es el cristianismo. Eran dos cosmovisiones diferentes de la vida y de su valor, la cristiana y la pagana, y en este enfrentamiento, gracias a Dios, ganó la primera. Es a exponer todo esto y mucho más, ya que llega hasta casi nuestros días, a lo que se dedica el presente texto.
El libro está compuesto de una introducción y quince capítulos. Estos capítulos se encargan de presentarnos el poder transformador que tuvieron las palabras de Jesús en sus primeros seguidores y cómo estos las legaron a las siguientes generaciones de creyentes que a su vez las vivieron en un contexto que les era hostil. Esta nueva fe hizo de la vida humana algo sagrado; elevó la moralidad sexual, santificó el hogar y la familia, concedió a la mujer libertad y dignidad; hizo de la caridad y la compasión algo central en un mundo en donde esto último era casi desconocido; se volcó en el cuidado de los más necesitados y de los enfermos apareciendo con el tiempo los hospitales; marcó la educación, dignificó el trabajo y al trabajador; el cristianismo fue el contexto en el cual apareció la ciencia, fueron cristianos los que clamaron por la libertad y la justicia para todos antes que nadie; gracias a determinados creyentes es que la esclavitud fue abolida, y otros tantos marcaron la historia del arte y la arquitectura e influenciaron la música y la literatura. Todo esto y mucho más está presente en las más de 450 páginas de este muy recomendable libro. Todo un caudal de información sustentado en una muy abundante bibliografía.
El cristianismo ha transformado la civilización occidental y lo ha hecho para bien. Por supuesto que han existido episodios condenables, pero los mismos no pueden ser considerados como parte de la verdadera fe, sino como desviación de ella. Por ello, es un error fijarse en estos episodios cometidos por la clase dirigente y olvidarse de la labor de cientos de miles de creyentes anónimos que entregaron sus vidas por el bien de su prójimo. Sí, el cristianismo ha hecho mucho bien en aquellas sociedades con las que ha tenido contacto, por supuesto cuando este cristianismo ha sido consecuente con su Maestro, algo que los críticos parecen también olvidar: la norma la marca el seguimiento a Jesús, lo que de aquí se desvía es precisamente eso, una desviación de la verdadera fe. Esto ha significado que en ocasiones el trigo y la cizaña han crecido juntos, pero el trigo ha llevado mucho y muy positivo fruto.
Solo comentar un par de puntos no tan positivos en este libro. El primero es el título en español. Originalmente era Under the Influence, por lo que pasar a ser llamado como Impacto Demoledor es francamente una muy mala decisión. De hecho parece el título de una mala película de acción de serie B. El subtítulo sí nos orienta hacia el contenido: Cómo el cristianismo ha transformado la civilización.
El segundo punto negativo es una visión demasiado “norteamericana” cuando trata de las libertades y de las bondades de las sociedades occidentales. No creo que Jesús estuviera entusiasmado con el actual sistema capitalista en donde el mercado está por encima de las personas y las naciones. La prosperidad que vive occidente tiene algunos elementos muy negativos que se deberían haber denunciado cuando se hablaba de lo positivo del libre mercado.
En conclusión, es un muy buen material sostenido en evidencias históricas de cómo el cristianismo ha sido una fuerza fundamental en la conformación de la civilización occidental y de cómo la misma no puede entenderse sin este… y esta fuerza ha sido tremendamente positiva.
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Notas:
[1] GANYET, José María. “El meme egoísta”. La Vanguardia. https://www.lavanguardia.com/economia/20191123/471792721983/el-meme-egoista.html
[2] CRUZ, Antonio. Nuevo ateísmo. Una respuesta desde la ciencia, la razón y la fe. Terrasa , Barcelona, CLIE, 2015, p. 110.
Autor: Alfonso Pérez Ranchal
© 2022- Nota de Redacción: Las opiniones de los autores son estríctamente personales y no representan necesariamente la opinión o la línea editorial de Actualidad Evangélica.
Alfonso Pérez Ranchal es Diplomado en Teología por el CEIBI (Centro de Investigaciones Bíblicas), Licenciado en Teología y Biblia por la Global University y Profesor del CEIBI. Vive en Cádiz.
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