OPINIÓN / RESEÑA BIBLIOGRÁFICA - por ALFONSO PÉREZ RANCHAL
Posmodernidad y fe de Theo Donner. Editorial Clie, 2012.
(Alfonso Pérez R., 16/04/2020)
La pregunta de fondo es si todavía queda espacio para una cosmovisión cristiana. ¿No será que el cristianismo ya ha dejado de ser vigente como metarrelato y que, por lo tanto, debemos abandonar todo intento por defender una perspectiva cristiana?
El cuestionamiento de parte de la postmodernidad es profundo. No rechaza solo el metarrelato del cristianismo, sino que niega la posibilidad de hablar de Dios, niega la posibilidad de interpretar y entender la Escritura. Theo Donner.
El presente libro nació en el contexto de América Latina cuando Theo Donner llegó al Seminario Bíblico de Colombia para impartir allí clases como profesor. Era principios de los años 80 y el tema de debate teológico de entonces era la Teología de la Liberación que iba llegando con fuerza a los seminarios. Además de dedicarse al estudio de esta teología y de su impacto, al autor le llamó algo tremendamente la atención. Se trataba de la cita de un estudio en el libro de José Miguez Bonino Fe que busca eficacia.
Este estudio se había realizado en relación al pentecostalismo en Chile y daba como resultado que los creyentes evangélicos «no tenían una actitud con respecto al dinero, el trabajo y la política, distinta a la de la sociedad circundante» (p. 11). Esto evidenciaba que se hacía necesaria una reflexión sobre la relación de la Iglesia y la sociedad. Los valores del Reino son y debían ser diferentes a los de las sociedades capitalistas del presente.
La Teología de la Liberación (percibida como una mezcla de marxismo y evangelio) dejó paso a la Teología de la Prosperidad. De nuevo, la Iglesia –salvo honrosas excepciones- no proponía una alternativa, sino que de igual forma a la cultura que la envolvía, consideró la prosperidad como el bien supremo y que provenía de Dios. De esta forma, la Iglesia colocó –y coloca- a Jesús en el centro señalando que es por medio de quien se puede lograr esta prosperidad.
Se trata de un auténtico vacío de valores que hace que la Iglesia evangélica no tenga una cosmovisión propia. Con la preocupación de responder a este vacío es que el autor comenzó a dar una serie de conferencias en distintas iglesias, y este libro es el resultado de su puesta por escrito.
Donner apunta el enorme impacto que ha tenido la posmodernidad en la Iglesia evangélica de América Latina y que yo extiendo incluyendo también a la de mi país, España. La siguiente cita es muy ilustrativa:
«La Iglesia en América Latina es particularmente susceptible al impacto de la posmodernidad. Por lo general es una Iglesia sin sentido histórico. Es una Iglesia amnésica, sin memoria de sus propias raíces, y, por lo tanto, se encuentra en una permanente crisis de identidad. Esta Iglesia se caracteriza, muchas veces, por una sospecha de la teología a favor de la práctica; por la pérdida de los distintivos denominacionales y la proliferación de iglesias independientes; por la vulnerabilidad a las olas, modas y herejías que nos llegan por la globalización; ...
Como Iglesia evangélica nos jactamos de creer todavía en una verdad absoluta y unos valores absolutos. Rechazamos el relativismo del mundo actual.
Sin embargo, hay una fuerte corriente irracional dentro de muchas iglesias -justamente aquellas iglesias que más crecen y más visibilidad tiene dentro de la sociedad- donde la exposición de la Palabra no ocupa un lugar central, donde las visiones del pastor y de otros son vistas como la Palabra de Dios para el momento actual.
Según estadísticas publicadas tenemos en América Latina un 75 % de pastores y líderes sin formación pastoral estructurada. Ellos no tienen respuestas para las preguntas de los estudiantes de colegio y de universidad en su congregación. Ellos no pueden ayudar al profesional cristiano a relacionar su fe con su profesión. ¿Será que ya hemos caído en el abandono de la racionalidad?
El estilo que muchos pastores prefieren (y a veces los miembros también) es el estilo del caudillo, el liderazgo no cuestionado del "ungido del Señor". Hay un abandono de la responsabilidad. Así como la Iglesia católica, se cae en la tentación de decir: "Doctores tiene la Santa Madre Iglesia" ¿por qué me voy a preocupar yo? Y con la pobreza de la exposición pública desde el púlpito, no sorprende que el cristiano común y corriente pierda el interés en estudiar la Palabra» (pp. 66 y 67).
Ante el anterior panorama el presente libro trata también de proveer una cosmovisión cristiana integradora en donde la fe tenga algo que decir en medio de un mundo posmoderno (algunos lo llamarían transmoderno) que sigue su propio y desorientado curso. Es una sociedad con una cultura fragmentada, que no conoce de verdades absolutas y que ha relegado al cristianismo a ser otra opción válida dentro de la oferta existente de las espiritualidades. La Iglesia tiene el deber de presentarse como una alternativa a la cultura del presente, que es algo muy distinto a ser una subcultura que la relega a no poseer ningún peso en su entorno, sin relevancia en los ámbitos de la cultura y la sociedad.
El presente volumen tiene la siguiente división:
CAPÍTULO 1: Hacia una fe cristiana integral
CAPÍTULO 2: El mundo mayor de edad
CAPÍTULO 3: El mundo del fragmento
CAPÍTULO 4: El verdadero relativismo y la base de una cosmovisión cristiana
CAPÍTULO 5: La fe y la historia
CAPÍTULO 6: El cristiano y la política
CAPÍTULO 7: El cristiano y la economía
CAPÍTULO 8: El cristiano y la ciencia empírica
CAPÍTULO 9: Fe y psicología
Como se puede apreciar por el título de cada uno de los capítulos, el autor se propone analizar las raíces del pensamiento actual, lo que supondrá detenerse en eso que se conoce como posmodernidad para así entenderla. Desde aquí se apuntará a la posmodernidad tanto como desafío como ocasión en donde poder presentar la fe cristiana. Se verá el aporte cristiano al pensamiento y a la actividad humanos y cómo debemos nosotros al presente enfrentar los desafíos y las oportunidades en los ámbitos de la política, la economía, la ciencia y la psicología.
Posmodernidad y fe es un llamado al compromiso integral del cristiano. Es errónea esa popular dicotomía entre los evangélicos que creen que la vida cristiana trata de cambiar algunas costumbres y comportamientos permaneciendo su forma de pensar casi intacta. Cumplen con ciertos requisitos con la Iglesia, oran y dan sus ofrendas, pero su mentalidad neoliberal y carente de otros valores continúa. Esto se traduce e incluye en el trabajo, en la forma de llevar adelante un negocio, en sus opiniones en el ámbito de la universidad o la familia. Tampoco al joven creyente se le provee de lo necesario para responder a sus dudas que seguro que aparecerán en sus clases de ciencia y filosofía.
Podría parecer que es un libro que deja en muy mal lugar, en general, al mundo evangélico. Pero en absoluto ese es el propósito del autor ya que él mismo escribe desde la fe evangélica en un contexto latinoamericano, pero que también tiene una perfecta aplicación en el contexto europeo. Es una llamada de atención, es más, es como una alarma que a la par nos provee de una explicación de nuestro mundo posmoderno para que, entendiéndolo, nos podamos comprender también a nosotros mismos.
El creyente medio desconoce los procesos complejos que se produjeron a partir del siglo XVI (incluso antes) y que hicieron que se pasara de una sociedad feudal que consideraba a la Iglesia como la máxima autoridad en casi todos los ámbitos de la existencia de la persona, hasta la posmodernidad.
Una cosmovisión cristiana no puede estar fundada sobre el rechazo de la cultura que nos rodea, tampoco en su plena asimilación. Lo primero crea una subcultura que solamente sobrevive encerrada en sí misma, en un gueto autoimpuesto; lo segundo significa que el cristianismo ya no tiene significado propio, es una opción más en el amplio espectro de las espiritualidades de supermercado del presente.
Donner escribe conociendo de primera mano al lector al que desea llegar. Lo logra plenamente mostrando un muy acertado equilibrio entre lo que pertenece al ámbito de la fe y lo que es propio de las ciencias. Sabe que para hacer teología es necesario acudir a las Escrituras; para hacer ciencia debemos buscar la información en el “libro divino” de la naturaleza.
Por ello, al mismo cristiano se le plantea la cuestión, ante tanta cosmovisión diferente, de cuál es la correcta. Además, la religiosa es una más entre ellas en un mundo que niega que puede existir la objetividad. El autor piensa que existe un "punto arquidémico" desde el cual partir: la revelación bíblica. Allí se presenta a Dios como el creador de nuestro universo y nos indica cómo vivir en medio de él. Esta creencia de que en la Biblia se encuentra la revelación real de Dios es el lugar de inicio seguro para llegar a tener una cosmovisión cristiana. Desde aquí algunos han partido realizado filosofías cristianas coherentes, como puede ser el caso de Tomás de Aquino. Pero estas filosofías también divergen entre sí, de la misma forma a como lo hacen las teologías sistemáticas y las interpretaciones bíblicas. Esto es debido a que
"Dios se ha dado a conocer en la historia, máxime en la persona de Cristo. Y es a partir de esta revelación que podemos hacer teología, que podemos elaborar una filosofía cristiana. Él nos da el fundamento, pero lo que elaboramos sobre este fundamento será algo humano y falible, algo que necesitara ajustes, reformas y cambios en el camino" (p. 32).
Si bien se debe partir de las Escrituras, tenemos que hacer a Cristo el centro desde donde parte la cosmovisión cristiana. El cristianismo tiene que dialogar con el mundo que lo rodea y tiene el deber de dar su aporte en todos los campos de la ciencia y del pensamiento. Este enfoque es un gran acierto de Donner que hace que ciertamente su libro tenga valor.
Si el cristianismo evangélico tuviera un libro como el presente como un punto de partida, incluso de referencia, mucho en él sería diferente… y el mundo posmoderno que lo rodea se percataría al instante. Por ello recomiendo sin duda su lectura.
Autor: Alfonso Pérez Ranchal. Febrero 2020 / Edición: Actualidad Evangélica
© 2020 - Nota de Redacción: Las opiniones de los autores son estríctamente personales y no representan necesariamente la opinión o la línea editorial de Actualidad Evangélica.
Alfonso Pérez Ranchal es Diplomado en Teología por el CEIBI (Centro de Investigaciones Bíblicas), Licenciado en Teología y Biblia por la Global University y Profesor del CEIBI. Vive en Cádiz.
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