CONFI(n)ADOS / REFLEXIONES DESDE EL ENCIERRO
"La presencia de los voluntarios en las calles llevando su ayuda esencial a las personas mayores o dependientes es la mejor procesión de esta semana santa"
Un voluntario llevando la compra a una persona mayor
(JORGE FERNÁNDEZ, 07/04/2020) | En España Iniciamos este lunes nuestra cuarta semana de confinamiento domiciliario decretado por el estado de alarma.
Es Semana Santa, pero no hay procesiones católicas, ni cultos especiales en las iglesias protestantes u ortodoxas. Lo que sí hay es una vía dolorosa, que transitamos con un llanto colectivo por la muerte de más de 13.000 personas en nuestro país por causa del COVID-19. ¡13.000 personas! Se dice pronto. Asistimos a un luto contenido, que ni siquiera podemos aliviar con el abrazo familiar ni con el liberador llanto en el hombro de un amigo.
Estamos en guerra, contra un microscópico e invisible enemigo que hoy recorre el mundo disparando contra todo lo que se mueve, sin distinguir entre buenos y malos, entre razas ni creencias.
Hoy los gobernantes más poderosos del mundo, entre medidas desesperadas para contener la curva de muertes y contagios, así como los estragos causados en la economía por el obligado parón productivo, se arrepienten de haber subestimado esta pandemia e incluso algunos de ellos, que se burlaron abiertamente de lo que consideraban poco más que un catarro, se han tenido que desdecir y donde dijeron “diego”, ahora dicen otra cosa totalmente diferente.
El ingreso en la UCI del primer ministro británico Boris Johnson, positivo por coronavirus y cuyo estado de salud ha empeorado en las últimas horas -y a quien, por supuesto, hay que desearle lo mejor-, ilustra mejor que cualquier otra cosa el ridículo y la ignorancia de quienes han desafiado osadamente a este peligroso virus.
En España, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha calificado esta pandemia como la mayor crisis sanitaria de los últimos 100 años, y sin duda que lo es.
La prórroga del confinamiento hasta el próximo 26 de abril; la compra de millones de mascarillas cuyo uso ya se recomienda para todos y no solo para las personas contagiadas o con síntomas; la compra de millones de test rápidos para cribar a la población e identificar a los portadores asintomáticos del virus; etc., son algunas de las últimas medidas con las que el Gobierno español intenta aplanar la curva epidemiológica. Esa curva que, en los últimos días, ha dado signos esperanzadores de ralentización; de una ligera disminución en el número de muertes y de contagios diarios, y ha aflojado un poco la presión sobre las Unidades de Cuidados Intensivos que ya se encontraban al borde del colapso.
El silencio que reina en las calles de toda España, algo insólito en unas fechas festivas como las de la Semana Santa, solo se rompe a las 20:00 hs cuando, asomados a los balcones, los españoles rendimos homenaje al personal sanitario y también a todos los trabajadores esenciales que garantizan el funcionamiento de nuestros hospitales, la seguridad en las calles y el abastecimiento de los productos básicos imprescindibles en supermercados y farmacias.
Personalmente, al sumarme a esa corriente de expresión solidaria como cualquier vecino, dedico mis aplausos también a los millones de voluntarios que en estos días prestan asistencia social y humanitaria básica a personas dependientes, personas mayores y personas afectadas por el COVID-19 que no pueden ni siquiera hacer la compra, o que carecen de recursos para comprar alimentos y medicamentos. Mi especial homenaje a los voluntarios evangélicos que, desde las iglesias y entidades sociales en todos los municipios de España, realizan esa labor altruista de amor al prójimo y por amor a Jesús, con ejemplaridad.
La presencia de esos voluntarios en las calles es, sin duda, la mejor "procesión" de esta semana santa.
Riay Tatary, fallecido ayer, víctima del COVID-19 |
Para ayudarles en esa labor tan indispensable, desde FEREDE se ha enviado a todas las iglesias y entidades una Guía pata la Asistencia Social Humanitaria. Esta guía contiene indicaciones muy precisas para que los voluntarios evangélicos puedan realizar su noble tarea dentro del estricto cumplimiento del Real Decreto del estado de alarma y con las mejores garantías de salubridad, higiene y protección para evitar contagios.
Termino con un recuerdo especial a un amigo que ha esta semana ha visto truncada su vida y su importante misión por causa del COVID-19: el presidente de la Comisión Islámica de España, Riay Tatary. Un hombre muy cercano y amigo con el que compartí diversos actos, conferencias y mesas redonda sobre libertad religiosa. Un hombre de fe distinta a la mía, a la nuestra, pero que ha sido protagonista clave en la historia de la libertad religiosa en nuestro país y que, en esa lucha, compartió trinchera y amistad con el pastor José Cardona y otros conocidos líderes protestantes y evangélicos en nuestro país. Era el último firmante vivo de los Acuerdos de Cooperación de 1992, y su muerte supone una gran pérdida no solo para la comunidad musulmana en España, sino para todos los amantes de la libertad, de la paz, de la convivencia y, de modo particular, para los defensores de la libertad religiosa.
Un recuerdo y homenaje que extiendo a todas las familias que han perdido seres queridos por causa de esta pandemia, y a las que por esta crisis ni siquiera les hemos podido ofrecer una honra fúnebre como se merecían.
Sigamos luchando contra este enemigo invisible, cada uno en nuestro frente de batalla, confiando en la providencia de nuestro buen Padre celestial, quien como nos recuerdan muchos Salmos, es nuestra defensa y escudo contra todos nuestros enemigos, también contra el COVID-19.
Mucho ánimo. Qué Dios nos de victoria esta semana.
Aquí os dejo esta reflexión desde mi encierro. Confinado, pero confiado.
Hasta la próxima.
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Autor: Jorge Fernández
© 2020. Este artículo puede reproducirse siempre que se haga de forma gratuita y citando expresamente al autor y a ACTUALIDAD EVANGÉLICA. Las opiniones de los autores son estrictamente personales y no representan necesariamente la opinión o la línea editorial de Actualidad Evangélica.
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