SATYA SAI BABA

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El controvertido gurú, icono del movimienro hippy, falleció el pasado domingo a la edad de 84 años. A pesar de las graves acusaciones de las que fue objeto en vida -de estafa, engaño y abuso sexual-, nunca fue investigado ni procesado. Con sus supuestos milagros y señales cautivó a millones de fieles y simpatizantes que le apoyaron económicamente. Ya hay rumores sobre su eventual 'reencarnación'.

(EL MUNDO / MAT JUNCÀS, 26/04/2011) La India está de luto por la muerte de Satya Sai Baba, una de las figuras espirituales más populares del elenco místico del país. El hombre de la cabellera enmarañada al estilo afro deja tras de sí una vida de leyenda, rica en supuestos milagros, materialización de objetos y controversias, pero también una extensa obra social y millones de devotos esparcidos por más de 178 países.

Satya Sai Baba nació el 23 de septiembre de 1926 en Puttaparthi, un pueblo del estado sureño de Andhra. Desde temprana edad mostró una inusual capacidad para producir fenómenos de materialización, especialmente, según sus familiares, tras recibir la picadura de un escorpión de la que habría sanado milagrosamente. Dicen algunos que este hecho cambió su personalidad, llevándole a autoproclamarse como un avatar, un maestro enviado por Dios. A los trece años, Sai Baba comunicó a su padre que era la reencarnación del santón Sai Baba Shirdi, fallecido en 1918, cuyas enseñanzas fueron una mezcla ecléctica de creencias hindúes y musulmanas.

Unos años más tarde, en 1950, Sai Baba abrió su primer ashram (o comunidad espiritual) en su población natal, Puttaparthi. El vecino divino del filántropo español Vicente Ferrer –Puttaparthi se encuentra a pocos kilómetros del radio de acción de la Fundación VF– empezó entonces la más real de sus obras: la revolución social. Gracias a las donaciones de sus seguidores, la Fundación Satya Sai Baba construyó Saibabaland, un pueblo surcado de colosales y chillonas edificaciones, a menudo de color rosa chicle, como el hospital, la universidad o la escuela de música. El imperio global de Sai Baba consta de un museo de religiones del mundo, un planetario, una estación de tren, un estadio deportivo, un aeropuerto, varias escuelas y un millar de centros Satya Sai Baba en 180 países. En su distrito, Anantapur, ha llevado agua corriente a 750 vecindarios.

Parte de la enorme popularidad mundial de Sai Baba puede explicarse por su enfoque no-doctrinal de la espiritualidad. A diferencia de muchas sectas, los seguidores no están obligados a renunciar a sus credos anteriores. Así, su lema «ama a todos y sirve a todos» se convirtió en un himno que ha calado, según la Fundación Sai Baba, en unos 30 millones de feligreses de todo el mundo.

Sin embargo, la popularidad de este dios en la tierra, como le consideran sus seguidores, no le ha llegado tanto por su voluntad social como por sus milagros y materializaciones de objetos. Su especialidad es el vibhuti, hacer brotar ceniza sagrada de sus dedos; aunque el abanico de sus supuestas proezas paranormales, que algunos consideran trucos, es interminable. Se supone que el maestro tiene poderes de percepción extrasensorial, bilocación, teletransportación, levitación y precognición. Son muchos que dicen haber presenciado algunos de estos milagros; no obstante, ningún investigador psíquico de Occidente de los que han estudiado el fenómeno ha logrado probar su validez.

A pesar de su vasta reputación como santón, incluso entre las esferas más célebres del país, Satya Sai Baba ha sido varias veces denunciado por estafa y perseguido por acusaciones de abuso sexual. Incluso un ex miembro del Cuerpo de Inteligencia y Seguridad de su Asociación, Harii Sampath, aseguró en una carta que sus milagros son mentiras.

En el año 2000, apareció por primera vez en la revista India Today el testimonio de un grupo de ex devotos que relataban experiencias de acoso y abuso sexual por parte de Sai Baba. No obstante, el líder espiritual nunca fue investigado sobre esta cuestión ni procesado.

Tras su muerte, en la India ya circulan algunos rumores sobre la reencarnación del próximo Sai Baba. De acuerdo con Halagappa, un ferviente devoto que asegura haber discutido el tema con el gurú fallecido, la reencarnación se encontrará en forma de bebé abandonado en las orillas del río Cauvery, uno de los principales del sur de la India. El devoto asegura que un pescador acogerá en su casa al pequeño, que será llamado Prema Sai, el tercer avatar en la tierra.

Satya Sai Baba nació el 23 de septiembre de 1926 en Puttaparthi (India), donde murió el 24 de abril de 2011.

Fuente: El Mundo | Edición: Actualidad Evangélica