ENTREVISTA AL HERMANO ANDRÉS, “CONTRABANDISTA DE DIOS”
“Si pudiera vivir nuevamente, sería mucho más radical”
El Hermano Andrés / FOTO: Open Doors
(Redacción, 20/03/2013) A sus 85 años sigue en activo y “contrabandeando”... Lúcido, independiente y, tan audaz como cuando llevaba coches cargados de biblias a los países de la antigua URSS, dice que Osama Bin Laden estaba en su lista de oración - “Yo quería encontrarlo y contarle quién es el verdadero jefe del mundo”- y no duda en calificar su muerte de “asesinato”. “Sí, yo lo llamo asesinato porque él no disparó; no opuso resistencia... eso no es la guerra”, opina.
Y en el mismo sentido critica las matanzas con "drones" [1]: “He tenido mucho de eso. Un buen número de mis propios amigos en Gaza han sido asesinados. ‘Liquidados’ los llaman en su terminología. Yo los llamo ‘asesinados’”, dice.
Sin duda, pocas voces tan autorizadas como la de él para lanzar el desafío: que Occidente deje de matar terroristas y que la iglesia asuma su responsabilidad de testificar a los pueblos no alcanzados: “Ve, guiado por el Espíritu, y alcanza a los que sufren”, dice.
He aquí la entrevista completa, cuya lectura recomendamos:
CHRISTIANITY TODAY –THE INERTVIEW
El ruego profético del Hermano Andrés: Dejar de asesinar terroristas.
Con la publicación del best-seller “El Contrabandista de Dios”, en 1967, el Hermano Andrés apareció abruptamente en el escenario global de la cristiandad. Fueron unos diez millones de copias impresas en 35 idiomas, con las crónicas de sus aventuras contrabandeando biblias detrás de la Cortina de Hierro.
Tras la caída de la URSS, Andrés volvió su atención hacia Oriente Medio y las naciones de mayoría musulmana, tales como Pakistán. A sus 85 años, aún sigue viajando por el mundo. Ha cumplido seis décadas abogando por la iglesia perseguida. Fundó Open Doors (Puertas Abiertas), uno de los más grandes ministerios enfocados en asistir a las iglesias cristianas en situación de riesgo en todo el mundo. Esta entrevista es fruto de un encuentro reciente entre Andrés y el editor de Christianity Today (CT), Timothy C. Morgan.
En todo Oriente Medio, los cristianos y sus iglesias están expuestos a la discriminación y a la violencia. ¿Qué otras opciones tienen, aparte de emigrar?
Los cristianos de allí no pueden hacer nada, al menos que nosotros comencemos a hacer algo. Somos un cuerpo en Cristo. Nosotros no estamos alcanzando a los cristianos árabes ni a los palestinos; ni siquiera a los Judíos Mesiánicos, y ciertamente no estamos alcanzando a los demás judíos con el evangelio porque ellos ya son “pueblo de Dios”, y no tienen otra elección, y nosotros no les estamos dando otra elección. Los cristianos en Oriente Medio tienen pocos recursos en sus propios países, y nosotros en Occidente tenemos toda la liturgia, y toda la riqueza, y todo el conocimiento... Esta es nuestra eterna vergüenza, Nosotros deberíamos hacer algo.
Para Dios hay una sola nación. Nosotros debemos alcanzarla. Por lo tanto, cuando no consigo ver que esto sea así, me pongo pesimista. En Belén y en Gaza, la situación se está deteriorando.
¿Cuál es el principal obstáculo para un mayor compromiso de la comunidad cristiana global a favor de la iglesia sufriente?
"La iglesia sufriente es un segmento creciente de la iglesia de Cristo en el mundo. Existe un tremendo peligro. En la actualidad soy muy pesimista acerca de toda esta situación" |
La ignorancia. Es mucho más fácil vivir en la ignorancia. Así tú no tienes que aceptar tu responsabilidad. “Mi pueblo pereció porque le faltó conocimiento”, se lamenta el profeta. Y ese es mi lamento todo el día también. Me lo aplico a mí. Todos somos culpables. Yo también.
Nosotros estamos bajo las reglas de Jesucristo. Vivimos en su reino. Trabajamos de acuerdo a sus reglas. Debemos apoyar lo que Jesús vino a hacer con un nuevo reino; un nuevo grupo de discípulos y construir la nueva Jerusalén. Y construirla en “justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”. Nosotros debemos apoyar masivamente la presión sobre los gobiernos envueltos [en la persecución]. Debemos defender los derechos humanos. La Justicia construida sobre la paz, pero la paz sobre los principios del Príncipe de Paz.
La iglesia sufriente es un segmento creciente de la iglesia de Cristo en el mundo. Existe un tremendo peligro. En la actualidad soy muy pesimista acerca de toda esta situación. Puede explotar en cualquier momento, y nosotros aún estamos dormidos.
Por lo tanto, usted está alentando a los cristianos de base a asumir el reto, a informarse y luego vivir una vida de profunda entrega a la causa del
Absolutamente. Si pudiera vivir mi vida nuevamente, sería mucho más radical.
He asumido demasiados compromisos. Un pastor vino a mi oficina y me dijo: “Andrés, los musulmanes han ocupado otra iglesia vacía y la van convertir en una mezquita. ¿No es terrible?”. Le contesté: “No, eso no es terrible”. Él me preguntó: “¿Por qué no?”. Le dije: “¿Sabes lo que es terrible? Que tu iglesia estuviera vacía. Eso es lo terrible. Si tu iglesia estuviera llena, no hubiera sido reclamada para convertirla en una mezquita.
Asegúrate de que tu iglesia –da igual cómo sea el edificio, y si es una iglesia grande o pequeña-, pero que sea un lugar al que la gente venga porque están hambrientos y sedientos de justicia... de la Justicia de Dios. Entonces, tu alcanzarás con compasión a aquellos que están afuera, en las calles.
Yo vivo en una pequeña aldea en Holanda. Tenemos cuarenta personas sin hogar en mi pueblo, y me siento avergonzado por ello. No les ayudamos. Vamos a la iglesia porque eso es lo que hay que hacer, y pasamos de largo ante la gente que no tiene dónde vivir ni dormir. Multiplica esto por millones de veces. ¿Qué estamos haciendo por los refugiados en el mundo árabe, en el Congo, en Mali y en Afganistán?
Cuando los cristianos –individualmente o como iglesias- adoptamos este desafío, ¿esto hace alguna diferencia?
Ese es el más grande testimonio, porque entonces el mundo verá que “¡Hey, esta gente es diferente!”. Entonces se produce un cambio de actitud, pero el cambio comienza en el corazón de la gente cuando ellos se vuelven a Dios, porque Dios les llama. Entonces, luego vendrán tiempos de refrigerio. La Biblia lo promete.
¿Se encuentra a gente diciendo, “Oh, bueno, tan solo se trata del Hermano Andrés”? ¿Está la gente respondiendo a esa clase de llamado profético?
Tú nunca aprendes de tus éxitos. Sólo aprendes de tus fracasos. En tanto estés temeroso de cometer errores, no aprenderás nada. Por lo tanto, ve y se guiado por el Espíritu. Y luego alcanza a los que sufren. |
Todavía le recuerdo diciendo a sus estudiantes, “Ustedes tienen que compartirles el evangelio a todos los que vean en la calle. Siempre hablad acerca de Jesús. Tened siempre un folleto en vuestra mano. Estad siempre dispuestos”.Eso depende. No están respondiendo en los países donde la gente lo tiene todo y está satisfecha. Recuerdo una lectura que tuvimos en nuestra escuela de misiones en Escocia. Tuvimos un gran maestro de evangelización; un oficial del Ejército de Salvación.
Él decía, “Entonces descubriréis que uno de cada mil estaban preparados por el Espíritu Santo para recibir el mensaje”. Instantáneamente mi corazón se revolvió. Me dije para mí mismo, “¡Qué desperdicio! ¡Por qué desperdiciar tus energías con 999 que no van a responder? Dios lo sabe, y el diablo también lo sabe, y él se ríe, porque después del primero entre mil, yo abandonaré la tarea con desesperación. ¿Merece la pena ir detrás de esa persona receptiva, si primero tengo que gastar mis energías con novecientos noventa y nueve?
Yo decía que Dios podía guiarme directamente a esa persona, y así no tendría que perder mi tiempo con otras personas que no iban a escuchar. Y, esto es un secreto... Nosotros debemos, dondequiera vayamos, ser guiados por el Espíritu, estar abiertos, y ver a una persona, escuchar a una persona, acercamos a una persona, ir a esa persona y estar dispuestos a ser “tontos por Cristo”, aún cometiendo un error, porque esa es la forma en la que aprendes. Tú nunca aprendes de tus éxitos. Sólo aprendes de tus fracasos. En tanto estés temeroso de cometer errores, no aprenderás nada. Por lo tanto, ve y se guiado por el Espíritu. Y luego alcanza a los que sufren.
Apenas me hice cristiano, me puse unas ropas viejas y me fui a un suburbio de Amsterdam a vivir allí, como un joven sin techo. Quería saber cómo vivían ellos, cómo pensaban, cómo sentían, cómo hacían dinero, o no lo hacían. Quería saber. Y nosotros deberíamos tener en nuestros corazones un deseo de saber qué está pasando en el corazón y en el pensamiento de toda esa gente que se han dado de baja [de la iglesia], o que no hemos alcanzado, o a los que no sabemos cómo llegar.
No hace mucho, Osama Bin Laden fue asesinado, y el mundo entero se alegró por ello. Miles han muerto por ataques de los "drones" [1]. ¿Cuál es su respuesta ante tales matanzas?
He estado hablando en reuniones en América, y parte de mi sermón era, “¿Has orado hoy por Bin Laden?”. La gente quedaba bastante “shockeada”, y algunos decían, “Debo confesar que nunca he orado por Bin Laden, pero ahora lo haré”.
Un buen número de mis propios amigos en Gaza han sido asesinados. “Liquidados”, dicen ellos en su terminología. Yo les llamo “asesinados”. |
Bin Laden estaba en mi lista de oración. Yo quise encontrarle. Quería contarle quién es el verdadero jefe del mundo. Pero lo asesinaron, así lo llamo yo. “Asesinado”, porque él no disparó. No opuso resistencia. Eso no es la guerra. Y yo he tenido mucho de eso. Un buen número de mis propios amigos en Gaza han sido asesinados. “Liquidados”, dicen ellos en su terminología. Yo les llamo “asesinados”.
Nosotros debemos testificar a la gente. Y toda la gente acerca de la que yo hablo ahora, de que fueron asesinados, eran personas con las que me encontré en sus casas y a las que regalé una Biblia. Oré con ellos. De pronto, siento como si hubiera sido un ataque contra mí, por lo que yo puedo hacer si... tú sabes. Éste es un dilema para mí. Mi ministerio en Open Doors no es el de predicador de una gran ciudad. Yo voy en voz baja, pero sigo yendo a lugares donde se supone que no debería ir. ¡Aleluya! Nuestros gobiernos no deberían saber de todos los lugares a donde voy. Pero, ciertamente, deberían ver lo que hago y lo que digo, porque lo que les digo a ellos es exactamente lo que te digo a ti y lo que cuento a mi propia iglesia en Holanda: el mensaje de Jesucristo. No tengo otro mensaje. Y volvería a aceptar gustoso el hecho de que sólo tengo una cara. Yo soy, y solo quiero ser –¡Aleluya!- un mensajero de Jesucristo.
Corea del Norte es, una vez más, número uno en abusos contra la libertad religiosa. ¿Hay alguna influencia que la comunidad cristiana puede llevar a Corea del Norte?
Orar. Podemos orar. Podemos orar en fe. Nosotros podemos ir. Podemos orar en el país, lo que puede ser mucho más efectivo y, por nuestra presencia, podemos contactar con gente y ser un ejemplo y orar con mayor eficacia. Open Doors hace mucho de esto, pero no realiza acciones políticas. Desde luego, nada de violencia. Sólo hay una solución espiritual, porque ellos tienen un problema espiritual.
Recibimos informes acerca de un movimiento de iglesias en las catacumbas en Corea del Norte. ¿Usted cree que es verdad?
Hay miles de creyentes secretos, y esa es la razón por la que uno de mis últimos libros se titula “Creyentes secretos” (“Secrets Believers”). Son historias de mis propios amigos. Por supuesto que hay una iglesia y está creciendo.
Fuente: Christianity Today / Timothy C. Morgan. | Traducción y edición: Actualidad