MISIÓN GLOCAL (GLOBAL Y LOCAL)
¿Y todavía no entienden?
(CARLOS SCOTT, 23/11/2012) |
“Tengan cuidado, ¡Ojo con la levadura de los fariseos y
Este pasaje nos habla que los discípulos se habían olvidado de llevar comida y solo tenían un pan en
La levadura es agente de fermentación, y en este pasaje agente de corrupción. Es mala influencia, elemento de corrupción que penetra en cualquier masa.
Cuidado con la religión que no ve el fondo. Cuidado cuando estamos más preocupados en ser dirigentes pero no en que la gente sea libre en Cristo. La levadura de los Fariseos representaba la hipocresía, la piedad mal entendida convertida en legalismo, la justicia sin
La levadura de Herodes representa una sociedad sin Dios, secular, sin necesidad de depender de Dios, resolviendo los problemas a su juicio, añadiendo los valores del sistema vigente o mundanal, mentir, aceptar por bueno lo que es malo, inmoralidad sexual, corrupción, poder, libertinaje, manipulación, resultados exitistas sin Dios. Es decir, el “mercado manda” y seguimos sus reglas postrándonos ante sus métodos. Cuidado con el poder del imperio. Cuidado con el sistema.
El mero crecimiento numérico se puede tornar un objetivo en si, y para muchos, “el objetivo justifica los medios”. La gran multiplicación, números y porcentajes no son sinónimos de "transformación". Somos llamados a formar “comunidades eclesiales” que reflejen el espíritu de reconciliación, respeto, aceptación, perdón y amor. El ejercicio del liderazgo en la vida de las iglesias locales deberá estar marcado por el modelo del siervo sufriente y mostrar un contraste con el caudillismo y otras deformaciones causadas por el abuso del poder. Seguir a Jesús significa asumir su vida y misión.
Orlando Costas en su exposición sobre dimensiones del crecimiento integral de la Iglesia expresa que como iglesia podemos crecer integralmente en la dimensión: Numérica, Orgánica, Conceptual y Diaconal. “Se puede decir que la iglesia crece integralmente cuando recibe nuevos miembros, se expande internamente, profundiza sus conocimientos de la fe y sirve al mundo. Pero crecemos cualitativamente cuando reflejamos en cada dimensión espiritualidad, encarnación y fidelidad”[1].
Orlando Costas añade: “El crecimiento numérico por sí solo se convierte en obesidad; el orgánico, en burocracia; el conceptual, en abstracción teórica; y el diaconal, en activismo social. Y las cuatro dimensiones carecen de integridad teológica si no son motivados y saturados por la presencia del Espíritu, si no se desprenden de la encarnación eficaz del cuerpo de Cristo en las angustias y dolores de la humanidad, y si no se muestran fieles a los designios y la acción de Dios en la historia del mundo en general y de su pueblo en particular. Sólo integrando las antedichas dimensiones y correlacionándolas con las referidas cualidades se puede hablar de un crecimiento normal, y por tanto, saludable para la iglesia y su misión en el mundo” [2]
Jesús les recuerda a sus discípulos que no deben preocuparse de la comida, el vestido y donde dormir. Nos proyecta a ser y hacer como Jesús cuando les dijo: “Crucemos al otro lado” Mr. 4.35. Toda la
“Todo hombre en todo lugar tiene el derecho otorgado por Dios, de escuchar, por lo menos una vez en su vida, la presentación clara del evangelio de Jesucristo, en su propio idioma y en una forma culturalmente sensible que le permita tomar una decisión al respecto” (
¿Y todavía no entienden?
Preguntas para la reflexión:
¿Cuál es el modelo de liderazgo que estamos formando?
¿Qué diferencia hay entre liderazgo y “liderazgo espiritual”?
¿Qué entendemos por crecimiento de la Iglesia?
¿Qué lugar tiene la guía del Espíritu Santo y los planes estratégicos en la vida de la iglesia? ¿Qué implica la espiritualidad, la encarnación y la fidelidad?
[1]Orlando Costas El Protestantismo en América Latina Hoy (San Jose: IDEF, 1975) 68-70.
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