RESEÑA BIBLIOGRÁFICA / por ALFONSO PÉREZ RANCHAL

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"Bruce realmente escribe muy bien y en un libro como el presente se confirma de manera sobrada. Lo que podría ser en otras manos un texto farragoso y una seca acumulación de información, se convierte en las suyas en un escrito de una lectura muy amena sin renunciar a presentar la información esencial.". 

(Alfonso Pérez, 30/10/2024) Los Manuscritos del mar Muerto están considerados como el hallazgo arqueológico más importante del siglo pasado. Los mismos supusieron una revolución en la comprensión tanto de los orígenes del cristianismo como del judaísmo inmediatamente anterior en lo que se ha llamado el judaísmo del Segundo Templo.

En el caso del cristianismo, esta revolución no lo es tanto en cuanto a la comprensión que ya se tenía del mismo, sino a la luz que ha aportado de ese judaísmo del que va a nacer.

Los Rollos del mar Muerto fueron descubiertos a partir del año de 1947 en once cuevas que estaban al noroeste del mar Muerto. Se trataba de más de 800 papiros y pergaminos escritos en hebreo, arameo y griego que fueron datados entre el año 150 a. C. y el 70 d. C.

El hallazgo inicial fue por casualidad, cuando un pastor beduino se topó con una cueva cerca de Wadi Qumrán que tenía en su interior unas tinajas con manuscritos hebreos y arameos, los detalles de este hallazgo varían.

Este beduino de nombre Muhammad tomó los rollos junto a unos amigos y los intentaron vender de tal forma que algunos rollos fueron a parar al monasterio ortodoxo sirio de San Marcos en Jerusalén, y otros a la Universidad Hebrea. Cuando el profesor Albright pudo estudiar el manuscrito de Isaías, lo dató en el año 100 a. C. Esto significaba que tenía delante un manuscrito hebreo mil años anterior a los que se poseían en aquellos momentos y que databan del siglo IX d. C. Esta datación se vio posteriormente confirmada.

Todos los manuscritos de este primer hallazgo fueron recogidos finalmente en un museo que se creó en Israel para albergarlos. Este sería conocido como el Santuario del Libro.

Otros dos especialistas corroboraron la fecha de estos manuscritos de las Escrituras Hebreas, lo que produjo en la comunidad de especialistas bastante escepticismo. Debemos tener presente que entonces se pensaba que un descubrimiento de estas características sencillamente era algo imposible. Este texto del libro de Isaías era del tipo masorético, resultado de los masoretas, quienes fueron los editores del texto hebreo en los siglos VIII y IX en respectivas escuelas de Palestina y Babilonia.

Entre los descubrimientos de manuscritos, además de textos bíblicos, se encontraron comentarios a libros de las Escrituras, obras apócrifas y otras que eran propias de la comunidad religiosa que posteriormente se identificaría con la que estuvo en las ruinas de Qumrán, y finalmente colecciones de himnos y documentos similares.

Desde el primer descubrimiento allá por el año 47 y desde que se produjeron las primeras publicaciones sobre los manuscritos, la bibliografía al respecto ha sido enorme. De hecho, no dejan de aparecer nuevos libros, y no tiene visos de que esto se detenga. Teniendo esto presente, nos puede llamar la atención que se haya publicado un libro que se escribió en el año 1956.

Sin duda, F. F. Bruce es un destacado estudioso, pero habría escrito sobre este tema ya hace mucho tiempo y, como se suele decir, ya ha llovido mucho desde entonces. Pero se debe observar que el presente volumen no solo incluye el escrito de Bruce titulado , sino otro llamado de Florentino García Martínez que reproduce una conferencia que dio en el año de 2006. Este funciona como un apéndice. Florentino es uno de los mayores especialistas mundiales sobre los Manuscritos del mar Muerto, doctor en Teología por el Pontificio Instituto Bíblico de Roma, profesor emérito de las facultades de Teología de las universidades de Groningen (Holanda) y Leuven (Bélgica).

Con su apéndice, hace posible que nos orientemos sobre este tema en el presente.

Una duda adicional podría surgir en el potencial lector, ya que podría pensar qué opina este especialista sobre lo que Bruce escribió allá por los años cincuenta del siglo pasado, si lo mismo está plenamente superado o posee algún valor al presente. Estas palabras son las que dedica a esta cuestión: «Hoy día nos hallamos, pues, muy lejos del momento en el que F.F. Bruce escribió su síntesis, clara, iluminadora y muy bien informada...».

Así, aunque reconoce la distancia en el tiempo, valida y elogia lo que nuestro autor escribió estando tan cercano a los hallazgos de los Manuscritos del mar Muerto. Ahora sí podemos fijarnos en el contenido.

F.F. Bruce divide su obra en diez capítulos, a lo cual hay que sumarle el anteriormente mencionado apéndice de Florentino García Martínez. El primer capítulo se llama «Los primeros descubrimientos»; el segundo, «Descubrimientos posteriores»; el tercero, «Fechando los hallazgos»; el cuarto, «Khirbet Qumrán»; el quinto, «Wadi Murabba'at y Khirbet Mird»; el sexto, «Los manuscritos y el Antiguo Testamento»; el séptimo, «Interpretación bíblica y esperanza mesiánica»; el octavo, «El maestro de justicia y sus enemigos»; el noveno, «La comunidad de Qumrán»; y el décimo, «Qumrán y el cristianismo».

El apéndice se titula «Qumrán en el siglo XXI» y, como ya apuntamos, se trata de una conferencia que Florentino García Martínez presentaba en el año 2006 y que se incluye en el trabajo de F.F. Bruce como complemento y actualización de lo que aquel escribió.

Bruce realmente escribe muy bien y en un libro como el presente se confirma de manera sobrada. Lo que podría ser en otras manos un texto farragoso y una seca acumulación de información, se convierte en las suyas en un escrito de una lectura muy amena sin renunciar a presentar la información esencial. Llama también la atención que, a pesar de estar escribiendo a tan solo una década de los primeros descubrimientos, nuestro autor realizara una síntesis tan acertada de lo más relevante y que se vería corroborada con estudios posteriores.

Otro punto a destacar es que la bibliografía que viene al final está actualizada, así que si se quiere seguir estudiando sobre este tema se puede acudir a ella para que el lector pueda hacerse de otros títulos.

Estamos, pues, ante una estupenda introducción sobre los Manuscritos del mar Muerto que sin duda despertará el interés en el lector por seguir conociendo más sobre ellos.

Autor: Alfonso Pérez Ranchal