CONSEJO MUNDIAL DE IGLESIAS
Cirilo I sugiere al CMI que se abstenga de “acciones que sean incompatibles con la relación fraternal”
El Patriarca de la Iglesia ortodoxa rusa de Moscú y de toda Rusia responde así a una carta del Secretario general interino del Consejo Mundial de Iglesias en la que le pedía que mediara para detener la guerra
El Patriarca Kirill de Moscú y toda Rusia. Fotografía: Ivars Kupcis/CMI
(Redacción, 17/03/2022) En una carta del 10 de marzo, el Patriarca Cirilo I de Moscú y de toda Rusia respondió a una anterior enviada el 2 de marzo por el secretario general en funciones del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), Rev. Ioan Sauca, en la que le pedía que usara su influencia para que la guerra pudiera detenerse.
En su respuesta, el destacado líder religioso ruso sugiere que con su petición Sauca está actuando con parcialidad y le recuerda la Declaración de Toronto del CMI, que en uno de sus artículos dice: “El Consejo como tal no puede convertirse en el instrumento de una confesión o escuela (…) las iglesias miembros deben reconocer su solidaridad mutua, prestarse asistencia mutua en caso de necesidad y abstenerse de acciones que sean incompatibles con la relación fraternal”.
Rev. Prof. Dr. Ioan Sauca, secretario general en funciones del Consejo Mundial de Iglesias. Fotografía: Ivars Kupcis/CMI
Cirilo I asume el discurso oficial de Moscú al culpar a Occidente y a la OTAN de la guerra. “Año tras año, mes tras mes, los estados miembros de la OTAN han estado aumentando su presencia militar, sin tener en cuenta las preocupaciones de Rusia de que estas armas puedan algún día ser utilizadas en su contra”, dice.
Con todo, para el Patriarca ruso la amenaza de las armas no es “lo más terrible”, sino las fuerzas políticas y religiosas que buscan “reeducar” al pueblo ucraniano y promover la “rusofobia” en el país. Y acusa de ello, entre otros responsables, al patriarca Bartolomé de Constantinopla por el cisma que él avaló en 2018.
En su carta, Cirilo I se refiere a los sucesos de Maidan en 2014 -que comenzaron en 2013 con unas manifestaciones pacíficas a favor del acercamiento a la Unión Europea, y que concluyeron con la destitución por parte del Parlamento ucraniano del presidente prorruso Yanukovych y su huida del país-; y al conflicto armado en la región de Donbas, “cuya población defendía su derecho a hablar el idioma ruso, exigiendo respeto a su tradición histórica y cultural. Sin embargo sus voces no fueron escuchadas…”, dice.
Curiosamente, Cirilo I no hace mención en su carta a la anexión de Crimea por parte de Moscú ni al apoyo militar de Moscú a los separatistas de Donbas. Tampoco a los bombardeos sobre objetivos civiles ni a la invasión total del territorio ucraniano.
Mucho menos hay lugar en su carta para la autocrítica. Solo victimismo.
Cirilo I considera injustas y malintencionadas las sanciones económicas contra Rusia, que solo buscan, en su opinión, “causar sufrimiento no solo a los líderes políticos o militares rusos, sino específicamente al pueblo ruso. La rusofobia se está extendiendo por todo el mundo occidental a un ritmo sin precedentes”, dice, sin considerar que, tal vez, exista alguna responsabilidad en las actuaciones del Kremlin para que ese sentimiento de “rusofobia” se extienda.
Tampoco piensa el Patriarca ruso, según se desprende de su carta, que su apoyo espiritual incondicional al régimen nacionalista de Putin pueda tener algo que ver con las tensiones y distanciamientos eclesiales en el seno de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
Al contrario, Cirilo I concluye su carta “con amor paterno”, sugiriendo que el Consejo Mundial de Iglesias podrá seguir siendo una plataforma para el diálogo ecuménico [si se mantiene] “imparcial, libre de preferencias políticas y enfoques unilaterales”.
>> Lea aquí la Carta del Secretario General del CMI, Rev. Ioan Sauca
>> Lea aquí la Carta-respuesta del Patriarca de la IOR, Cirilo I
Fuente: CMI / Redacción: Actualidad Evangélica
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