MISIÓN GLOCAL (GLOBAL Y LOCAL)
Cuidado pastoral del misionero. Una perspectiva desde el campo
(CARLOS SCOTT, 30/09/2013) | Propongo que escuchemos la voz del campo. Un matrimonio iberoamericano nos presenta su reflexión y experiencia. Su trabajo está focalizado entre los pueblos de acceso restringido. Este escrito ha sido compilado y adaptado para esta presentación.
“Se habla de causas y razones del retorno anticipado de los misioneros. Sabemos que un gran porcentaje de esos retornos a casa pudieron ser evitados.
Hay situaciones en que la crisis del misionero supera al consejero que le escribe o lo va a visitar. No estoy diciendo que los misioneros son personas especiales (créanme, no lo son). Lo que estoy diciendo es que los misioneros necesitan una batería de cuidados distinta a la normal porque viven situaciones (cultural, ministerial y familiarmente hablando) distintas.
En otras palabras:
Los misioneros no son personas extraordinarias que viven situaciones ordinarias, sino personas ordinarias que viven situaciones extraordinarias. Por tal motivo, el cuidado pastoral debe ser elaboradamente distinto. Digo esto, no en el sentido
1. La dificultad histórica concreta para solucionar problemas en el campo de
2. La incapacidad, conocida por todos, de poder compartir emociones y/o aconsejar por e-mail.
3. La realidad de la capacidad espiritual de los otros misioneros que también están en condiciones de pastorear al que está en crisis.
4. La experiencia de los misioneros que están trabajando en el mismo ministerio. Al tener cargas ministeriales similares, pueden lograr una mayor comprensión de los problemas que acarrea el servicio.
5. La posibilidad de entendimiento entre los misioneros que, aunque de distintos países, se unen, por estar sirviendo en la misma cultura. Es lo que ocurre cuando se encuentran un venezolano y un uruguayo en New York, aunque son distintos, el hecho estar en otra cultura, los une.
Con esto quiero aprovechar para derrumbar el mito de las dificultades de trabajar con obreros de otras culturas. Si hay patrones claros de paciencia entre los miembros
LAS BASES.
Como corolario de esos cinco puntos anteriores, hay dos preguntas que debo responder:
1. ¿Cuál es el papel de la iglesia enviadora ante una crisis?
2. ¿Qué pasa si el misionero/a no pertenece a ningún
Pasaremos ahora a dar las bases para re-pensar el cuidado pastoral de los misioneros en el campo.
A. CONFIANZA BILATERAL
1. La confianza que la iglesia tiene en el misionero.
La misma confianza que Jesús le tuvo a Pedro (Juan 21) cuando le dijo (en otras palabras) “no me importa lo que hiciste…que me ames basta para que apacientes mis ovejas”.
La misma confianza que tuvo dos veces la
Y en esto radica la re-elaboración del cuidado pastoral del misionero, en la confianza que la iglesia tiene del misionero: Es más fácil dar consejos y opiniones que serían normales en situaciones típicamente culturales, que confiar en la apreciación que el misionero tiene de su distinta situación cultural y apoyar las decisiones que toma. Por lo tanto tenemos que re-elaborar el cuidado pastoral en base a la CONFIANZA sobre todas las situaciones.
He notado que una de las principales causas de crisis en los misioneros es de autoestima. La mayoría de los misioneros han sido líderes probados o pastores en sus iglesias enviadoras. Por lo tanto, sabemos que durante el tiempo de ministerio en su iglesia local, sus opiniones o punto de vista no sólo eran tenidos en cuenta, sino que marcaban línea de lo que debía hacerse. Sin embargo, al llegar al campo de misión, lo primero que uno pierde, es su lugar en el mundo laboral (o de servicio). Entonces pensemos… ¿qué es lo que más necesitará este obrero de parte
2. La confianza que el misionero tiene en su iglesia.
Como vemos en 1 Samuel 30:24-25: “la parte del que va a la batalla, así será la parte del que queda (cuidando) las cosas….desde aquel día fue esto por ley…”.
Si el misionero se va tranquilo (y créanme esto soluciona un 50% de las crisis) es porque confía en que su iglesia cuidará de sus cosas en el país de origen. Algunos creen que “cuidado pastoral” es mandar e-mail queriendo saber el estado anímico del misionero para luego aconsejar al respecto…
El cuidado pastoral, que se traduce en tranquilidad en el campo, es: anotar a los hijos del misionero en educación a distancia, hacer los trámites legales, jubilatorios, bancarios etc. en el país de origen, hacer la suscripción a revistas, mandar los mensajes del último domingo, y todas aquellas cosas administrativas que muchos teólogos, psicólogos y antropólogos pasan por alto pero que le dan al misionero la confianza de decir: “me voy tranquilo porque mi iglesia cuida mis cosas”.
La confianza que el misionero tiene para con su iglesia se refleja en la tranquilidad con la que puede compartir sus luchas y temores, sabiendo que no será mal interpretado o juzgado por actitudes o comentarios extraños. ¡Cuánta tranquilidad le da al misionero saber que puede confiar en sus pastores!
3. Fidelidad
Claro que para que haya confianza, debe haber una fidelidad visible de parte de ambos (iglesia y misionero). Y cuando digo visible me refiero no solo a la oración… ¿Se entiende, no?
Si Jesús confió en Pedro, fue (además) porque Pedro fue fiel en el apacentamiento de las ovejas.
Si la
Si los ejércitos de Israel fueron confiados a las batallas, fue (además) porque el pueblo fue fiel (por ley) y se quedaba cuidando las cosas.
Si la iglesia y los pastores confían en el misionero es porque éste es fiel Al que lo llamó, a su llamado y a la comunidad que lo envió.
Si el misionero confía en la iglesia, es porque fielmente la iglesia se encarga de sus asuntos, se preocupa por su sostén, y no estoy hablando
Eso es lo que ocurre en nuestro caso: si confiamos plenamente en la iglesia que nos envió, es porque los responsables del comité de misiones realizan su trabajo con fidelidad.
B. TRABAJO EN EQUIPO
Hablaré de algunas aplicaciones en el campo de la Misión. Existe el mito de la dificultad de trabajar con compañeros de distintas culturas. Pero la experiencia muestra que no es más difícil que trabajar con compañeros de la misma cultura.
Las dos causas más comunes de problemas de relaciones son: “cómo hacemos lo que hay que hacer” y “cómo decimos lo que decimos”. Ninguna de estas dos razones de conflictos, desaparecen en el trabajo en la propia cultura, y aunque muchas veces no tienen solución (y no son para rasgarse las vestiduras, recordemos a Pablo y Bernabé) la primera puede amortiguarse con un buen mecanismo de diálogo y la segunda con un buen mecanismo de humor.
Con respecto al trabajo interdenominacional, les asombraría saber cuántos equipos de distintas denominaciones han podido llevar a cabo Su obra en la Misión, motivados sólo por la fidelidad a ÉL y no a su denominación.
Entonces, considerando que los mejores consejeros del misionero son sus propios compañeros de equipo, en esto, pues radica la re-elaboración de la metodología del cuidado pastoral:
1. En la firme convicción que todos (aunque de distintas culturas) somos de la misma familia y apuntamos
2. En la firme convicción que las diferencias doctrinales no nos hacen más salvos que los demás. Aquí se ve más clara la re-elaboración del cuidado pastoral de la iglesia enviadora: motivar y permitir que “su” misionero trabaje y sea aconsejado por un hermano (“equivocado”) de otra denominación. Los pastores deben entender que es preferible que un misionero de las Asambleas de Dios sea consolado por un compañero de campo que es Hermano Libre, a que el mismo pastor (que está lejos de la situación), intente solucionar el problema sin entender realmente si entiende realmente lo que realmente entiende del problema.
3. Ahora viene un pequeño apartado especial para aquellos que no tienen equipo: NO ES RECOMENDABLE QUE UN OBRERO VAYA A UN CAMPO SOLO, esto es: sin la compañía
Para cerrar el tema de las bases: CONFIANZA-EQUIPO, me veo obligado a aclarar que no siempre es fácil mantener esa confianza y que son innumerables los problemas de equipo que encontramos en los campos de misión; sin embargo, la experiencia dice que cuando la confianza se pierde, un buen
PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN
¿Cuáles suelen ser las crisis que viven los misioneros junto a sus familias en el campo de servicio? ¿Cómo podemos ayudar?
¿Qué aspectos o cuales son los elementos más importantes a tener en cuenta en la capacitación misionera antes de salir al campo?
¿Cómo podemos desarrollar un cuidado pastoral adecuado antes de salir, durante el servicio y luego en el regreso del campo? ¿Qué elementos debemos considerar como los más significativos en este proceso?
TE. 0054-11-4642-1036, E-mail: misionGloCal@ciudad.com.ar, Blog: http://misionglocal.blogspot.com/ English Blog: http://glocalmission.blogspot.com/
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